TONY NINGUNO de Andrés Montero

Tony Ninguno de Andrés Montero

Los recuerdos de infancia de las visitas al circo no se olvidan jamás. La música, los payasos persiguiéndose, tropezando y cayendo, los números de acrobacia, los que utilizaban animales como leones o camellos (ahora ya prohibidos en las funciones desde hace varios años), los aplausos, las risas, la compañía de aquellos abuelos que ya no están con nosotros y que por aquel entonces hacían todo lo posible por aumentar nuestra ilusión y nuestra fascinación…

Las funciones del circo eran un paréntesis de la vida normal, un mundo aparte bajo una gran carpa de tela raída en el cual todo era posible. Y de esta vida paralela habla la historia del Gran Circo Garmendia, contada en primera persona por una de sus integrantes, una joven y hermosa acróbata que tras una caída del trapecio se recicla con un maravilloso número dedicado a contar al público, tal y como hacía Sherezade, los cuentos de Las mil y una noches.

Pero este nuevo número tiene un misterioso origen. El de la visita al circo de un árabe acompañado por un niño que apenas habla y que bebe y come lo justo, al que todos terminan llamando Tony Ninguno, pues su presencia era casi inexistente.

Andrés Montero (Santiago de Chile, 1990) es capaz de provocar miles de sensaciones con Tony Ninguno, un libro de 151 páginas que es un homenaje a los grandes contadores de historias de todos los tiempos y a los grandes temas de la literatura que siempre han captado, captan y captarán el interés de los lectores de cualquier época: el amor y el desamor, la vida y la muerte, el paso del tiempo, la paz y la guerra, el odio y la avaricia, la supervivencia, el heroísmo, el bien y el mal, el sufrimiento, el engaño, la búsqueda de la identidad…

Novela aclamada por la crítica y los lectores en Chile, Ediciones Lastarria y De Mora la publica por primera en España, tras haber recibido galardones como el X Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska en México. Así, los lectores españoles podrán disfrutar de una lectura que definitivamente consigue su misión de transportarte a otro lugar, a una narración extraordinaria escuchada frente a una fogata en una noche de luna llena. Con una preciosa interconexión entre las historias de Las mil y una noches y los sucesos del circo, con una imperceptible línea que separa los límites de lo real y lo irreal y, como colofón, con un impactante final, solo queda abrir el libro y dejar que comience la función.