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A solas con Alejo. 

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por Sandro Maciá

El artista navarro, Alejo, junto a su guitarra.

El artista navarro, Alejo, junto a su guitarra.

Alejo presenta su segundo disco: “En Diamantes cuento muchas verdades de mi vida, lo que hace que las canciones sean más reales”

Podríamos decir de él que no es nuevo en esto de darnos alegrías compartiendo su talento. Quizá, siendo más concretos, podríamos incluso ahondar en su carrera hasta la fecha y recordar aquellos tiempos durante los cuales, al abrigo de su antigua banda, Con X the Banjo, publicó un disco y un Ep, en 2018 y 2019, respectivamente. Pero, ¿para qué recurrir a la tradicional contextualización de la obra y su autor si, en este caso, contamos con la viva palabra del que merece ser recibido como protagonista? 

Para nada, eso es. De ahí que no haya mejor manera, ni más directa, que ir al grano -con la misma determinación que él muestra en sus canciones- para presentar a Alejo, artista navarro que publicó su debut en solitario, La fiesta era para otros, en 2022, y que hoy estrena su segundo disco: Diamantes, circunstancia idónea que nos llevó a charlar con él y descubrir, como a continuación conocerán, que doce canciones componen el disco, pero muchos más motivos avalan su obligatoria escucha. 

Alejo, empezamos fuerte. Hechas las presentaciones oportunas, ¿cómo te definirías, musicalmente hablando, ante al público?

Una forma de definirme son las canciones, o sea, evidentemente mi estilo está encaminado o vestido con una tendencia al rock, en el que se ven influencias de los años 60, 70…, que es un momento de la música que me parece muy atractivo, pero yo intento enfocar cada canción con lo que con lo que creo que pide. Todo mi universo musical gira en torno a las canciones, hasta en la forma de vestirme. Sería raro, por ejemplo, que hiciera una canción de reggaetón o trap, porque son músicas que no escucho en mi vida, por eso el resumen sería que soy un artista de rock que hace canciones. 

Tras enamorarnos con tu primer trabajo, La fiesta era para otros (2022), llega Diamantes, un segundo disco con el que esperamos que nos conquistes definitivamente. ¿Cómo lo presentarías?

Pues es un disco de 12 canciones en las que he quitado todas las metáforas y he eliminado mogollón de comparativas o recursos literarios que estaban, a veces, camuflando sentimientos que me daba vergüenza mostrar. En Diamantes cuento muchas verdades de mi vida, lo que hace que las canciones sean más reales. Hablo de cosas muy personales, muy privadas, sin tapujos, sin tener que maquillarlas ni tener que poner a un personaje al que le suceden. Ahora soy yo mismo, y ese es el paso fundamental en este disco. Las canciones que he reunido son un buen resumen de mi año anterior y permiten hacer un bonito viaje por mi universo artístico y creativo. Una cosa curiosa ha sido que de todas ellas he hecho maquetas en casa, con guitarra acústica, y luego directamente hemos ido al estudio y nos hemos puesto a tocar, entonces creo que hay una rítmica muy potente en todos los temas. A excepción de Cambiamos de misión, la última canción, que  es un poquito más pausada y como de un universo un poco más Harrison, el resto son canciones bastante enérgicas.

Y, además de esta última canción a la que has hecho referencia, ¿quieres contarnos algo, sin spoilear mucho, de alguna otra?  

Sí, destacar que,  aunque es un disco de rock, creo que tiene muchas acústicas, ¿no?, como en algunos discos de Tom Petty. También hay canciones como Tenemos algo que solucionar, donde hablo de un proceso de salud mental que pasé yo, y creo que es algo bonito que los artistas contemos que todos somos vulnerables y visibilizar nuestros problemas para quitarle un poco de importancia. En otras canciones, como Diamantes, hablo de la pérdida de familiares, que es algo que es real y que me pasó este año. En general, invito a todo el mundo a que entre en las canciones, porque creo que he conseguido universalizar un poco esos sentimientos que yo he tenido y creo que el resto de personas que escuchen el disco se van a sentir identificadas.

Entonces, según parece en lo que a estilo se refiere, seguimos manteniendo los mismos referentes como inspiración, ¿no?

Bueno, al final, evidentemente, tu última canción es el resultado de todas las anteriores… No comparto mucho el discurso del artista que dice “ahora de repente voy a cambiar 180 grados y voy a ir hacia…” porque creo que vas a tener siempre una parte de todo lo que he escuchado hasta el momento, sea o no tu banda favorita. Yo cuando tenía 15 años escuchaba a Extremoduro, ¿sabes?, y la Polla Records, los Sex Pistols… y todo eso sigue dentro, pero ahora,  aunque mantengo la esencia del disco anterior, he ido descubriendo otras cosas. He tomado decisiones gracias a la influencia del artista de Nueva York, Jesse Malin, y he vuelto a escuchar a Counting Crows, Hills, Ryan Adams y Wilco, una de mis bandas favoritas. 

¿Y por qué “Diamantes”?

Porque en este título confluyen dos cosas. Es el tema que da el nombre al disco y nació porque yo estaba empezando una canción y murió mi tía abuela, con la que tenía mucha relación. Mi primo me llamó y me dijo: “podrías hacerle una canción”. Yo nunca hago eso, pero escribir la canción me hizo darme cuenta de la gente de valor que tenía alrededor y que había que cuidarla.  Y por eso, también, el disco creo que guarda 12 cosas de valor que son momentos en los que yo estuve en la cuerda floja, un poco difíciles en mi vida, pero en los que puedes encontrar brillo y guardar. Mis doce diamantes son ahora las canciones del disco. 

¿Cuál ha sido el tema que más se te ha resistido a la hora de poner el punto y final y darlo ya por terminado? O, ¿hay alguno que naciese de manera sorprendentemente fluida? 

Es difícil, porque hay una parte de creatividad, pero el resto siempre es trabajo y esfuerzo. Yo todos los días escribo frases que me encantan, pero luego tengo que tirar del hilo.  Muchas veces tengo una estrofa que me parece un diez, pero llegar al diez en el resto de cosas me cuesta más, porque soy bastante exigente a la hora de escribir y de cerrar la canción. Tenemos algo que solucionar creo es la canción que más o menos terminé en una mañana. La escribí el día antes de irme a grabar el disco y no estaba en mis planes grabarla, pero fue como “esto tiene que ir dentro porque creo que es la mejor de todas”. Fue como muy inmediata, pero el resto las fui componiendo desde el verano de 2022, poco a poco. Algunas tardé meses en terminarlas y al final, aunque compuse más de veinte, seleccioné doce para el disco. 

La composición, como has comentado, ha sido más directa en este disco. Más enérgica y con menos artificio. ¿No fue así en tu debut? 

No, en el anterior fue todo lo contrario. Hice varias maquetas con canciones ya producidas en casa y luego las fui “vistiendo”. Fue un caos mental. Llegaba al estudio con muchas dudas. Pero en Diamantes, aún habiéndole dado muchas vueltas a las canciones, intenté no hacer muchas maquetas. Traté de terminar la canción e ir al estudio, juntarme con mi productor, Ramiro Nieto, y él tocando la batería y yo la guitarra eléctrica o la acústica, ir construyendo el tema. Por eso hay mucha vitalidad en el disco, mucha energía. 

Además, se nota que los detalles están cuidados, incluso en la parte estética del disco. A nivel visual, ¿tuviste claro desde el principio la estética que debía caracterizar a Diamantes?

Creo que eso va yendo un poco de la mano, ¿no? Yo tengo la suerte de trabajar en casi todas las cosas que hago en mi carrera artística con Cristina Aranguren, de La Guillotina, y es como que yo le transmito un poco lo que he sentido en la canción y hacia dónde quiero que vaya y ella lanza propuestas y, como me conoce bien, llegamos a un acuerdo guay. Pasa lo mismo con Julio y Adrián, el equipo que hace la parte audiovisual… Hoy, por ejemplo, saldrá un “story” de una película, un homenaje a uno de mis directores favoritos. Hablamos de las cosas que me atraen estéticamente y ellos me ayudan a llevarlo a lo audiovisual y a las portadas. Yo no me considero un gran artista visual, pero sí creo que les transmito lo que luego ellos pueden transcribir de una forma muy guay. 

Y desde hoy, ya está disponible el disco, tanto en plataformas digitales como en vinilo.

Sí, en digital y en vinilo. Tengo la suerte de que mi compañía me apoya editando y vamos a hacer una edición limitada, que considero que debe mantenerse porque, aunque estemos en una era digital, creo que es bonito que los coleccionistas puedan tener un recuerdo del disco,  una pequeñita obra de arte en 180 gramos que tiene un  formato chulo, que incluye un tríptico…

Deseando ver el disco, pero ¿dónde podremos verte a ti y cómo será el show?

Al ser bastante enérgicas las canciones, los directos que hemos hecho han tenido súper buena acogida, entonces creo que el disco entero va a ganar mucho sobre los escenarios, porque las canciones ya han nacido para poder tocarse de una forma más directa y libre. Las fechas de la gira las anunciaremos dentro de poco, pero la idea es recorrer salas antes de verano, hacer los festivales en los que estamos trabajando y continuar con las salas después. Así que estaremos “dando la brasa” todo el año por los escenarios, je je je. 

Antes de de toda esta época de lo digital y efímero,  sabes que todos los discos -bueno, muchos todavía lo hacen y espero que lo sigan haciendo- incluían un texto de agradecimientos. ¿A quién le dedicarías tú esas palabras? 

Yo creo que a todo el que sea parte de este artificio que hay alrededor del proyecto Alejo, ¿no? A mi manager Dani, evidentemente, a toda la banda, a mi productor… o sea a toda la gente que participa en el disco, eso por descontado. El primer gran agradecimiento sería para ellos, para la gente que hace posible que yo pueda hacer música. Porque al final esto es así. Yo, con mi pelo raro, soy la punta del iceberg, pero hay un montón de gente que hace que todo esto funcione. Pero, por otro lado, el agradecimiento lo haría también a toda la gente que me ayuda a escribir estas canciones, no a escribirlas como textos, porque eso lo hago yo, sino a esa gente que he tenido y tengo alrededor en mi vida y que me hace darme cuenta de cuándo estoy bien y cuándo estoy mal. Ellos son mi inspiración hacia la música y hacia las canciones. Ellos son los diamantes de mi existencia.

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