Miriam Toews, autora de «No dejes que se apague el fuego».
por Vanessa Díez Tarí
Hablaba con D, él me escuchaba. Fue el primer hombre con el que conversaba. Tenía cinco años. El tío D. era mayor y sordo, pero me daba la réplica a cada ocurrencia de mi efervescente cabeza. Vivió con la bisabuela y entre ovejas. Solos. No le dejaron hacer su vida. Cuando supe lo que hizo ya todo había pasado. Mi madre lo calló durante un tiempo, después lo dejó caer como una bomba. El tío D. ha muerto. Cuando sucedió estaba estudiando en Madrid y nadie me lo dijo. No pude acudir a su entierro. Y tampoco después se ha hablado de ello.
En «No dejar que se apague el fuego» Miriam Toews nos habla del suicidio de dos de los familiares de la protagonista, Swiv de nueve años. Y no es más que parte de la experiencia de la escritora, su padre y su hermana se suicidaron. De ahí su preocupación de cómo contar a la familia quienes eran aquellos que se han ido y no dejar ese vacío sin palabras. Sabe que no es una novela para niños, pero dejar contadas las historias para que los que vienen detrás puedan saber. Además el personaje de Elvira, la abuela, también está basado en la madre de la escritora.
Abuela, madre e hija. Elvira llega a casa de su hija que está en el tercer trimestre del embarazo. La abuela se hace cargo de su nieta a la que han expulsado del colegio por peleas. A partir de ese momento su educación será en casa. Mientras la madre trabaja, abuela y nieta vivirán aventuras. Abuela y nieta se cuidan. Nuestra narradora de nueve años se hace cargo de los cuidados y su abuela le cuenta las historias que necesita para la vida. Swiv a través de su diario le cuenta a su padre ausente qué sucede en aquella casa, nadie le dice dónde está, su madre está neurótica y sobrepasada de todo, ella piensa que puede suicidarse, y la abuela necesita que ella se preocupe por su bienestar.
Suicidio, muerte, abandono, salud mental. La abuela es la primera en hablar temas amargos en las conversaciones, para después darle calor. Miriam Toews nos habla de la muerte, pero también nos enseña a nieta y abuela riendo y divirtiéndose. Es la vida. Seguir adelante. Cuenta lo difícil de una forma que parece sencillo. La autora se crió en una colonia menonita y nos lo contó a través de «Ellas hablan», donde las mujeres eran violadas por hombres de la comunidad, fue llevada al cine y ganó un Oscar. Ahora es a través del personaje de Elvira en «No dejar que se apague el fuego»que nos cuenta la lucha de una mujer que abandonó la comunidad y ya su nieta nació en la ciudad, y no conoce ni sus costumbres ni la lengua que su abuela habla con sus amigas, su idioma inventado. Por ello Elvira se esfuerza en contarle a su nieta las historias que necesita para luchar en la vida. Aunque los demás se vayan.»Tira los miedos por la ventana, hija».
«No dejar que se apague el fuego» es un emotivo homenaje a las abuelas. Miriam Toews es una narradora hábil que llena los vacíos y da luz a los silencios. Si no la conoces ve a ello.