Insomnio de Mike Ashley (editor)
por Lara Vesga
Que ningún lector se preocupe: se puede dormir a pierna suelta después de haber leído Insomnio. No así durante su lectura, capaz de mantener en un estado de alerta e inquietud permanente. Pero inquietud de la buena, de la placentera. Que sarna con gusto no pica.
Tras Nocturno, Mike Ashley ha vuelto a ponerse a cargo del rastreo de otra nueva tanda de cuentos góticos olvidados, rescatados y seleccionados por los críticos de una de las bibliotecas más grandes del mundo: la British Library. Estas nueve nuevas pepitas de oro recuperan los relatos cortos de escritores en su mayoría británicos, aunque hay una estadounidense, que salvo un par de excepciones son poco o nada conocidos y cuyas historias aparecieron en antiguas publicaciones, sin que en varios casos se sepa siquiera si firmaban con su nombre real o con pseudónimo. Pero todos ellos, fuesen quienes fuesen, dejaron un legado de un valor incalculable que representa, como el que más, el género de la literatura gótica.
En Insomnio habitan espectros con cuentas pendientes en la vida que pretenden zanjar desde el más allá: una mujer con un velo negro que contempla incansable el mar; un soldado fallecido que presenta batalla a los vivos, llegando a convertirse en la obsesión de un teniente en excedencia; una espada maldita que lanza estocazos a sus diferentes dueños en cuanto estos bajan la guardia; un extraño viajero al que solo parecen ver algunas pocas personas o una mujer que se mueve con una absoluta serenidad entre las rocas y el oleaje más salvaje, pese a ser una situación que suscitaría miedo a cualquier persona.
Y es precisamente el miedo el hilo conductor de las nueve historias de Insomnio. El miedo a lo desconocido, a lo inexplicable. Un miedo que consigue despertar espectros de la mente y que no duerme nunca. El miedo, que según la RAE es «la angustia por un riesgo o daño real o imaginario, que en no pocas ocasiones anula las facultades de decisión y raciocinio», sí tiene insomnio. Y el trabajo que encabeza Mike Ashley, en una edición también preciosa, al igual que sus hermanas Nocturno, Presencias y Espectros, estas dos últimas de la escritora Vernon Lee, se dedica en cuerpo y alma a explorar los resquicios de nuestra mente y lo que el miedo provoca en ella, tendiéndole la mano al placer por lo ignoto.