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Sin lustre, sin gloria. Toledo y Guadalajara, frentes olviados de la Guerra Civil de Luis A. Ruiz Casero

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por José Luis Sola

Sin lustre, sin gloria. Toledo y Guadalajara, frentes olviados de la Guerra Civil de Luis A. Ruiz Casero

Sin lustre, sin gloria. Toledo y Guadalajara, frentes olviados de la Guerra Civil de Luis A. Ruiz Casero

Durante años y años hemos escuchado sin cesar el nombre de tres o cuatro batallas de la Guerra Civil (entre las que se encuentran las del Ebro y la de Teruel) o grandes desastres como la Desbandá de Málaga, sin embargo, la historiografía no se ha dedicado a resaltar otros puntos de la geografía española, poco se conoce de Toledo o Guadalajara, donde se dieron episodios igual de cruentos que en el resto del país a pesar de que esos territorios fueron extremadamente importantes para la defensa de Madrid.

Sin lustre, sin gloria narra con especial detalle todo lo acaecido en Toledo y Guadalajara teniendo como base estudios, informes y documentos contrastados. Véase como ejemplo el fenómeno guerrillero relatado en las páginas 185 y siguientes. También se mencionan experiencias y comentarios propios de los soldados que describen sus penas, anhelos y agonías como ejemplos tenemos las Memorias del Capitán médico Juan Alonso Pérez, destinado al frente republicano de Seseña (pag 374 y ss) quien relata la desmoralización del ejército republicano que sufría el desabastecimiento de comida y, sobre todo, la falta de material bélico. A ello hemos de sumar el aumento de las enfermedades como la malaria.

Se habla siempre que el ejército republicano era ineficaz y desorganizado, pero hay pruebas fehacientes que no fue así, ejemplos son los combates de Seseña de octubre de 1938 (véase en este sentido las páginas 399 y la 519. Pero esto es normal, puesto que en todas las guerras son los ganadores quienes las escriben (e inventan, si fuera necesario). El régimen dictatorial de Franco impuso sus relatos, tenemos como ejemplo al historiador franquista Martínez (página 156) que estableció la versión “canónica” de la batalla de la Cuesta de la Reina, asumida a pies juntillas por el resto, pero seamos realistas ¿quién sería capaz de contradecir la versión oficial en un régimen de terror en el que no había libertad de expresión, opinión ni pensamiento?

No hay que olvidar que la guerra también tiene otros frentes como el espionaje y el contraespionaje, el derrotismo, los bulos o la conspiración, todo ello podría resumirse en la afamada Quinta Columna.

Da también respuesta esta obra a cuándo se acabó la guerra teniendo en cuenta diferentes factores e hipótesis. ¿Acabó en 1939 con el golpe de estado del coronel Casado?, ¿en 1948 con el decreto de final de la Guerra o en 1981 con el final de la transición? También Paul Preston se hace eco en su obra “The War Without End” de este tema.

Personalmente la guerra no acaba el 1 de abril de 1939, ya que después de esa fecha siguieron las matanzas indiscriminadas (sin juicio justo y sin garantías legales de ningún tipo) como consecuencia de la aplicación de la Ley de Responsabilidades políticas y que sólo en la provincia de Toledo permitió el procesamiento de 17500 personas. La anunciada paz se convirtió en venganza, represión y exterminio de todo aquello que oliera a rojo.

Para finalizar, quien planifica una guerra no tiene en cuenta a nada ni a nadie, no sólo es un mapa con líneas que se van moviendo, el resultado es terrorífico y es algo que jamás describirán los partes de guerra ni los libros de arquitectura militar como el olor nauseabundo provocado por la mezcla de pólvora y cuerpos mutilados revuelto con la artillería en estado de descomposición (para más detalles véase la página 404).

«Sin lustre, sin gloria» es una obra realizada por el Doctor en Historia por la UCM, miembro de la Asociación Española de Historia Militar y ha publicado artículos en diferentes editoriales y también ha participado en diferentes grupos de trabajo con los que colabora en proyectos arqueológicos en torno a la Guerra Civil.

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