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El dolor de los otros de Dolores Conquero

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por Rubén J. Olivares

«El Dolor de los Otros» de Dolores Conquero

En la vorágine informativa del siglo XXI, donde las tragedias globales se transmiten con una inmediatez y crudeza sin parangón, la periodista y escritora Dolores Conquero nos propone una pausa reflexiva con su ensayo «El dolor de los otros». Publicado en marzo de 2025 por la editorial Cuadernos del Laberinto, dentro de su prestigiosa colección «Anaquel de Pensamiento», y galardonado con el V Premio Internacional Cuadernos del Laberinto de Pensamiento en 2024, este libro se erige como una indagación lúcida y necesaria sobre nuestra compleja y a menudo contradictoria relación con el sufrimiento ajeno.

Conquero, con una aquilatada trayectoria en medios de comunicación de primer nivel, se adentra en el espinoso territorio de la empatía en la era digital. El ensayo parte de una premisa fundamental: nunca antes en la historia habíamos estado tan expuestos al dolor del mundo. Guerras, crisis humanitarias, desastres naturales y violencias de toda índole irrumpen en nuestras pantallas y dispositivos móviles con una constancia que amenaza con normalizar lo intolerable. Ante este panorama, la autora se pregunta cómo procesamos esta avalancha de información y qué efectos tiene sobre nuestra capacidad de sentir y actuar.

A lo largo de sus páginas, «El dolor de los otros» desmenuza las diversas respuestas que como individuos y sociedad ofrecemos ante la desgracia lejana. Conquero identifica una dualidad preocupante: por un lado, la creciente tendencia a la desconexión como mecanismo de autoprotección, una suerte de anestesia emocional para preservar la propia estabilidad ante un flujo incesante de malas noticias. Por otro, la experiencia de una empatía exacerbada, tan intensa que puede conducir a la parálisis, a un sentimiento de impotencia abrumador que ahoga cualquier impulso de acción constructiva. La autora no juzga, sino que busca comprender las raíces de estas posturas, explorando el delicado equilibrio entre la necesaria sensibilidad y la preservación de la propia integridad psíquica.

Uno de los grandes aciertos del ensayo es su perspectiva histórica y su análisis crítico de los medios de comunicación. Conquero traza una genealogía de cómo nos ha llegado la información sobre el sufrimiento a lo largo del tiempo, desde los relatos transmitidos de generación en generación hasta la hiperconectividad actual. En este recorrido, pone de manifiesto cómo la evolución de las tecnologías de la información ha transformado no solo el acceso a las noticias, sino también la naturaleza misma de nuestra implicación emocional. La obra no elude la crítica al «periodismo espectáculo», al sensacionalismo que a menudo convierte la tragedia en un producto de consumo más, ni a la creciente sensación de peligro que los medios pueden fomentar. Se plantea la crucial cuestión de la responsabilidad mediática al decidir qué se muestra y cómo se muestra, especialmente cuando se trata de imágenes de violencia o muerte.

Conquero también se interroga sobre la naturaleza misma de la empatía: ¿es una cualidad innata del ser humano o un constructo cultural que se cultiva y se moldea? A través de ejemplos y testimonios, el libro sugiere que, si bien puede existir una predisposición biológica, el entorno social, la educación y, de manera crucial, la forma en que consumimos información, juegan un papel determinante en su desarrollo y manifestación. En este sentido, «El dolor de los otros» es una llamada a la consciencia activa del lector como consumidor de noticias. Nos invita a ser más selectivos con nuestras fuentes, a dosificar la exposición a contenidos potencialmente dañinos y a buscar un periodismo que, en lugar de paralizar, inspire a la acción y al compromiso cívico.

La prosa de Dolores Conquero es ágil, precisa y accesible, logrando que un tema de considerable densidad filosófica y sociológica se presente de una manera que interpela directamente al lector. Su bagaje periodístico se traduce en una capacidad notable para sintetizar ideas complejas y para ilustrarlas con ejemplos concretos que resuenan con la experiencia contemporánea. El libro, aunque conciso en su extensión (106 páginas), es profundo en su alcance, planteando preguntas fundamentales sobre nuestra humanidad en un mundo interconectado pero a menudo fragmentado.

Más allá del análisis, «El dolor de los otros» también puede leerse como una sutil guía para navegar la sobrecarga informativa sin sucumbir ni a la indiferencia ni a la desesperación. La autora recuerda la importancia de no dar la espalda a nuestras obligaciones como ciudadanos y seres humanos, pero también subraya la legitimidad de protegernos para no «ahogarnos en la empatía». Se plantea si, al igual que existe el síndrome de Stendhal ante la belleza, podría existir un colapso similar ante la contemplación excesiva del dolor ajeno.

En conclusión, «El dolor de los otros» es un ensayo oportuno y valiente que aborda uno de los dilemas más acuciantes de nuestro tiempo. Dolores Conquero nos ofrece una brújula para orientarnos en el complejo paisaje emocional de la era de la información, instándonos a una reflexión crítica sobre cómo nos relacionamos con el sufrimiento de los demás y qué podemos hacer para que la empatía se traduzca en acciones significativas. Es una obra recomendada no solo para profesionales de la comunicación o estudiosos de las ciencias sociales, sino para cualquier persona que se sienta interpelada por el dolor del mundo y busque comprender mejor su propio papel en él. Un libro que, sin duda, generará debate y fomentará una mirada más consciente y humana hacia las noticias que nos rodean.