Los años verdes de las manzanas de Cecilia G. de Guilarte
por Lara Vesga
Conozco bien la figura y obra de Carmen de Burgos, más conocida como Colombine, y en menor medida la de Josefina Carabias, ambas periodistas, la primera del primer cuarto del siglo XX y la segunda de la etapa franquista. Pero desconocía por completo a Cecilia G. de Guilarte, reportera de guerra guipuzcoana que fue la primera periodista que cubrió la guerra en el frente norte. Nacida en Tolosa en 1915 y fallecida también allí en 1989, la cronista de guerra pasó sin embargo bastantes años en el exilio en México, de donde regresó en 1964 dejando atrás a su marido, quien se negaba a pisar España mientras Franco viviera.
En una preciosa edición de Plankton Press, «Los años de las verdes manzanas» recoge una colección de artículos publicados por la periodista entre el 1 de marzo y el 24 de octubre de 1968 en el periódico donostiarra La Voz de España, artículos en los que Cecilia G. de Guilarte evocaba sus vivencias en el Madrid republicano desde su llegada en 1934 hasta el estallido de la Guerra Civil. La periodista habla de sus años verdes, de cuando llegó a Madrid con diecinueve años y sintiéndose una pueblerina, pero lo hace más de treinta décadas después, con la fruta ya madura y una sabiduría y mirada lúcida aportada por los años y las experiencias vividas.
Es un gustazo leer esta serie de artículos tan bien escritos, con un estilo fluido y un tono mordaz y satírico, que aportan un nuevo punto de vista del Madrid de aquellos años republicanos y en los que, aunque se nota la sombra de la censura, esta no resta ni un ápice la calidad de unos textos en los que la autora habla de su posición anarquista por su “intransigente actitud apolítica” y su apuesta por ser coherente consigo misma, sin contaminarse de pasiones políticas.
Después de leer a G. de Guilarte, no me entra en la cabeza como esta periodista, escritora y profesora universitaria no ocupa el lugar que merece en la historia del reporterismo de guerra español. No es que en la escuela y en el instituto no escuchase nunca hablar de ella, es que jamás la oí mencionar en los cinco años que estudié la carrera de Periodismo y me parece un delito que ningún profesor nos hablara de ella ni nos sugiriera leer su obra, que estoy convencida de que me hubiera resultado muy inspiradora en aquellos, mis también años de las verdes manzanas, en un Madrid en el que también me sentía una pueblerina. Habrá que aferrarse a eso que dicen de que es mejor nunca que tarde, y disfrutar del descubrimiento de Cecilia G. de Guilarte, aunque sea con retraso y las manzanas ya rojas.