La república cooperativista. Esclavitud y libertad en el movimiento obrero de Alexander Gourevitch

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por Rubén J. Olivares

La república cooperativista. Esclavitud y libertad en el movimiento obrero de Alexander Gourevitch

La república cooperativista. Esclavitud y libertad en el movimiento obrero de Alexander Gourevitch

En su nuevo libro, el profesor de ciencias políticas en la Universidad de Brown, Alexander Gourevitch, explora una tradición republicana disidente que se desarrolló en el siglo XIX posterior a la Revolución Americana, en medio de la lucha por la esclavitud y el ascenso del capitalismo industrial, una época en la que se universalizó la libertad, los ex esclavos se convirtieron en ciudadanos iguales bajo el imperio de la ley y el sistema salarial del trabajo prevaleció en todo el país. Esta historia rescata del olvido una corriente de pensamiento del siglo XIX conocida como «republicanismo obrero», pensadores a menudo ignorados por la historiografía tradicional, que propusieron una visión radicalmente democrática de la sociedad, basada en la propiedad y gestión cooperativa de los medios de producción.  “Quién está sujeto a la voluntad de quién. Aquí es donde encontramos continuidad con el pasado”, argumenta. “Libertad para formar opiniones políticas, usar el baño, participar en actividades de ocio, determinar qué se considera un entorno seguro…son algunas de las muchas cuestiones que explican por qué la dominación económica es una preocupación tan grande”. Lo que persiste en este trabajo es un “problema estructural básico de relaciones de poder desiguales”, argumenta Gourevitch.

El objetivo principal de este ensayo es rescatar la historia del republicanismo obrero, transformando la idea política contemporánea que entorno al republicanismo estadounidense predomina actualmente, identificados en su mayoría con un grupo de neoliberales radicales que priman los intereses empresariales de las elites económicas sobre los derechos de los trabajadores. Gourevitch saca a la luz innovaciones conceptuales que desafiaron los supuestos dominantes sobre el autogobierno y la creación de riqueza. «Recuperamos formas de pensar perdidas para desnaturalizar el presente», escribe Gourevitch. Por “republicanismo obrero” se refiere a las formas de pensar inventadas por los trabajadores que denunciaron el trabajo asalariado como una relación injusta de dependencia incompatible con la soberanía popular y la libertad individual. Lo central en el planteamiento de estos pensadores fue el desplazamiento del ideal del propietario individual e independiente (prototipo del emprendedor/empresario liberal) por la visión de una comunidad cooperativa en la que todos poseerían “una medida aproximadamente igual de control sobre su actividad diaria”. Esta visión sigue siendo “profundamente convincente”, considera Gourevitch, sobre todo porque implica “fe democrática en las capacidades de todos los trabajadores”.

El libro de Gourevitch no es una mera exposición histórica. Es una intervención incisiva en el debate contemporáneo sobre el futuro de la democracia. El autor argumenta que las democracias liberales actuales, plagadas por la desigualdad y la disfunción, han traicionado los ideales fundacionales de los que partieron tras las revoluciones burguesas del s. XVIII-XIX. Para revitalizar la democracia, propone recuperar la tradición del republicanismo obrero y reimaginar una sociedad alternativa basada en una red de cooperativas autogestionadas por los trabajadores que permitieran un nuevo modelo de organización político, social y económico más cercano al ideal democrático, centrado en la democracia directa que al modelo de democracia representativa actual dominante.

Gourevitch rastrea las raíces del republicanismo obrero en la Francia de la Revolución Francesa y la Inglaterra de la Revolución Industrial. Figuras como Étienne Cabet, Louis Blanc y John Stuart Mill son analizadas en profundidad, revelando su profunda influencia en el desarrollo del pensamiento socialista y cooperativista. El autor destaca la originalidad del republicanismo obrero al combinar la tradición republicana clásica con las ideas de socialismo y mutualismo.

Para los republicanos obreros, la libertad no era un mero concepto abstracto, sino algo que debía plasmarse en la vida cotidiana de los trabajadores. Defendían la autodeterminación económica como condición indispensable para la libertad política. La propiedad y gestión cooperativa de los lugares de trabajo, argumentaban, era la única forma de garantizar que los trabajadores no fueran explotados por una clase dominante y pudieran participar plenamente en la vida política.

Gourevitch explora las diversas corrientes del republicanismo obrero, desde las utópicas hasta las pragmáticas. Analiza sus propuestas para la reforma política, económica y social, incluyendo el sufragio universal, la descentralización del poder y la creación de un sistema de seguridad social. También examina las críticas que recibieron estas ideas, tanto de la derecha como de la izquierda.

A pesar de su declive a finales del siglo XIX, el republicanismo obrero ha dejado un legado duradero. Sus ideas han inspirado a movimientos sociales y políticos a lo largo de la historia, desde el cooperativismo hasta el socialismo libertario. Gourevitch argumenta que las ideas del republicanismo obrero siguen siendo relevantes hoy en día, ofreciendo una alternativa viable a los modelos de democracia liberal y capitalismo desenfrenado que dominan nuestro mundo.

«La república cooperativista. Esclavitud y libertad en el movimiento obrero» es una obra de gran erudición y ambición. Gourevitch combina un análisis histórico riguroso con una reflexión crítica sobre el presente. Su libro es una lectura esencial para cualquier persona interesada en el futuro de la democracia, la economía y la sociedad.