La boda de Rachel Chu de Kevin Kwan.
por Gemma Juan Giner
Segundas partes no siempre fueron malas
Hay libros que cuando los coges no llaman absolutamente nada tu atención. Me ocurrió con la novela “Locos Ricos Asiáticos”, pero cuando la empecé ya no podía soltarla. Tardé muy poco en tener la segunda parte, “La Boda de Rachel Chu” y no sé si decir que es hasta mejor que la primera parte. Pero como ya sabéis, soy una enamorada de esta alocada trilogía y solo espero que la tercera parte no tarde mucho en publicarse.
“La Boda de Rachel Chu” sigue la historia de la mayoría de los personales de la primera parte, pero presenta otros, que modificarán la trama por completo. Es una novela para divertirse, para disfrutarla, a pesar de que tiene partes muy emocionantes, su estilo de vida y su modo de pensar provocan puras carcajadas en el lector.
Lo que me gusta del autor es su grandísima capacidad para centrarse en narrar los personajes, sus vidas y sus lujos. Esto provoca que te adentres todavía muchísimo más en la trama. A la vez, el lector también experimenta un aprendizaje sobre la cultura y alta sociedad china.
Desde el final del primer libre hasta los acontecimientos que transcurren en esta segunda parte han pasado tres años, y aunque de nuevo, los protagonistas vuelvan a ser Rachel y Nick, hay muchísimas subtramas con nuevos personajes que no tienen nada de desperdicio.
El autor ha conseguido de una manera sublime retomar las historias principales y conectarlas unas con otras, dando giros argumentales tremendos y con unas sorpresas a lo largo de la trama increíbles. Llega un momento de la novela en el cual no puedes despegarte del libro.
Esta segunda parte empieza con la aparición del padre de Rachel Chu, un hecho que provoca que la vida de Rachel de un giro. Pero hay otros muchos personajes de la primera parte que seguirán evolucionando y aprendiendo de sus errores, como por ejemplo, Astrid, la prima de Nick, marido de Rachel Chu o la gran Kitty Pong, que de nuevo, dará mucho que hablar con su manera de actuar.
Pero en esta segunda parte, aparecen grandes personajes, fundamentales en esta parte de la historia, como son, además del padre de Rachel, Carlton, un chico malote pero con un gran corazón y Colette, una auténtica y alocada influencer de la moda.
El autor, Kevin Kwan, consigue, con una pluma de lo más ágil, transportarte a un mundo lleno de personajes excéntricos y como su propio nombre indica, bastante locos. Una crítica mordaz y satírica de la alta sociedad china donde todo es un devenir de lujo, despilfarro y ostentosidad.
Por cierto, tengo que decir que hay algo que me encanta del autor y son todas esas notas a pie de página con las que no va explicando diferentes frases hechas, costumbres y cotilleos. Una manera divertida de acercarnos a las tradiciones chinas.
Sin ninguna duda, creo que esta puede ser una de las novelas del verano. Una historia refrescante y amena cargada de amor, humor, intriga, misterios y traiciones. ¡No te la pierdas!
