Lunar estreno de First Girl on the Moon, galáctico single norteño.
por Sandro Maciá
Pues… como que sí. Que ya hemos vuelto a la rutina, amigos… Así, sin anestesia ni paliativo alguno. A pelo. Al ras. Hemos regresado al que será nuestro timming durante los meses venideros, sin lamento por síndrome posvacacional que valga y con la paciencia justa para no pegarle un tiro al compañero pelota que, firmemente creyente en que sólo su trabajo conseguirá hacer “Spain great again” –como se decía en América-, llega a la oficina con más leyes que el Código Civil y levantando más polvo que el caballo de Lucky Luke.
Es una realidad. Estamos “right here, right now” sabiendo que lo más parecido al check in de un hotel o medio de transporte que haremos próximamente, será pasar por la máquina de fichar de la oficina. Pero, ¿tiene esto que ser motivo de tristeza? ¡Ni pensarlo! Porque este septiembre va a ser el más sideral de los últimos años, ya que el presente inicio de curso –curro, faena, work, quehaceres, rutina…, llámenlo como quieran-, vamos a vivirlo como un despegue propiciado por unos nuevos conocidos que, conscientes de que el musical es un mundo donde hay bastante estrellado y quedan pocos sensatos que aspiren a ser estrellas, se lanzan al espacio bajo el nombre de First girl on the Moon para traernos una efectiva herramienta de salvación posveraniega: Moon (Last Tour, Oso Polita), un single que se nos viene encima como aperitivo del suculento Lp de debut “Scars”, que no tardará en llegar.
Y no es por ser repipi, sino que más que realista estoy siendo al decir que “se nos viene encima” porque, como si de un meteorito se tratase, Moon se cierne sobre nosotros con fuerza, siendo así una carta de presentación digna de tener en cuenta a la hora de no perder de vista a Juancar Parlange y Eneko Cepeda, los jóvenes pensantes y ejecutantes de un lunar proyecto que, del modo que atestigua la citada canción, combina en su desarrollo varias vertientes estilísticas, yendo del punk al rock, sin dejar de lado el kraut o la electrónica y definiendo su estilo como “electro post-punk”.
Un proceso de ignición en toda regla, vaya. Eso es lo que es este primer sencillo. Un chute de combustión que viene acompañado por un video realizado por “3 de julio Films” donde, jugando con la temática del paralelismo, nos embarcamos en un viaje hacia lo retro-futurista. Eso, claro está, en lo visual, pues en lo referente a la música, Moon es una canción de despegue gradual que va cruzando atmósferas sonoras hasta expandirse en la inmensidad espacial, arropando cada paso del trayecto con amplios riffs, hipnóticas percusiones y versos que nacen casi del susurro para reverberarse y demostrarnos que no estamos solos en este periplo galáctico y que no habrá colisión inminente que temer.
¿Listos para el despegue? ¡Y con ganas! Porque, como dice el mismísimo Martin L. Guevara, ” productor del futuro trabajo en Silver Recordings, “el disco es como si la Nueva York del ‘77 colisionara con sonidos que se propagan hacia el futuro, hacia el espacio, al infinito”. Y eso no es poco, que digamos.