El confinado de Roberto Domínguez Moro
por Lara Vesga
Que para bien o para mal la pandemia del coronavirus cambiará nuestras vidas para siempre es algo que ya tenemos más o menos asumido todos. Que nuestra generación se creía intocable, a salvo de guerras, de pestes, es ya agua pasada. Hemos descubierto que somos vulnerables, que la vida nos puede cambiar de un día para otro, que algo que sucede al otro lado del planeta también nos puede salpicar, y mucho.
Necesariamente se escribirán ríos de tinta sobre este periodo que nos ha tocado vivir. Artículos, reportajes, tesis, novelas… «El confinado» de Roberto Domínguez Moro es una de las primeras en publicarse, en principio en formato e-book, sobre la situación del estado de alarma en España.
El libro tiene algo más de cien páginas y narra la historia de Juan, uno de los millones de españoles confinados desde el pasado 15 de marzo. No cabe duda de que nos sentiremos identificados con muchas situaciones. Con el desdén de finales de febrero, con la preocupación que empieza a extenderse desde comienzos de marzo. Con la paranoia de hacer acopio de alimentos, gel desinfectante y mascarillas. Con la desconfianza en el prójimo que empieza a estar latente en todos. Uy ese que ha tosido. Uy el otro que parece que tiene mala cara.
Además Juan reside en un edificio acondicionado sobre todo para los turistas que visitan Madrid. De rebote, acaba de enterarse de que sus actuales vecinos son un matrimonio que ha llegado de Italia, uno de los epicentros de la epidemia. Y para colmo, no para de escucharlos toser a través de las paredes.
No ayuda a calmar los ánimos la relación con su novia, que hace aguas. Ella está trabajando en Barcelona y la comunicación entre ambos se limita al envío de emoticonos y la supervisión de los stories de Instagram. Tan sólo Julia, una vecina que siempre ha estado ahí pero con la que nunca ha cruzado ni los buenos días, aliviará un poco el confinamiento a Juan.
Este breve thriller magníficamente escrito en tan sólo dos semanas hará pasar un buen rato a los lectores en aquellas franjas horarias en las que tendremos que seguir recluidos en nuestras casas. Aunque podría parecer más de lo mismo, merece la pena acercarse a esta realidad casi distópica que nos ha tocado vivir desde un relato de ficción que tiene además como colofón un final que nadie se espera.
