Leones Muertos de Mick Herron.
por Susana Flores García
Un espía, siempre será un espía.
Esta semana os traemos la segunda parte de una de las series de espionaje más aclamada por el público; Jackson Lamb vuelve a las calles en un thriller cargado de ironía y dispuesto a descubrir cuál es el verdadero motivo de la muerte de su antiguo compañero Dickie Bow.
Si hacemos un breve viaje al inicio de la saga recordaremos que nuestro protagonista, Jackson Lamb, es uno de los miembros de La casa de la luciérnaga, lugar donde van a parar los llamados «Caballos lentos» o agentes del servicio secreto británico que por cometer algún error quedan relegados de su puesto a la espera de que los vuelvan a poner en activo y regresar a la acción. Por suerte para ellos, La casa de la luciérnaga recibe un trabajo: proteger a un oligarca ruso al que los agentes del MI5 pretenden alistar mientras éste está de viaje en la ciudad.
Mientras dos de los agentes son enviados a vigilar de cerca al oligarca ruso, aparece el cuerpo sin vida de Dickie Bow, un antiguo espía de la Guerra fría. Y aunque la versión oficial de su muerte es un ataque al corazón, Jackson tiene muy claro que ha sido asesinado.
Decidido a destapar la verdad del cadáver encontrado en los últimos asientos de un autobús perdido a las afueras de Oxford, Jackson y varios compañeros se toparán con una maraña de secretos que no harán más que avivar las ganas de seguir investigando. Pero de forma inexplicable y fortuita, se ven arrastrados por oscuros secretos que los encaminará a Alexander Popov, varios espías de la Guerra fría y células durmientes.
¿Hasta dónde tendrán que arriesgar para descubrir la verdad? ¿Serán suficientes las pruebas para poder dar voz a todas las víctimas?
En esta segunda entrega Jackson intentará aclarar todos los entresijos de una red de asesinatos que, sin saber muy bien por qué, están siendo ocultados tras la sombra de alguien. Junto a Jackson tendremos a algunos de los personajes de la primera entrega y a nuevos compañeros que harán el equipo perfecto para dar luz al caso.
Sin duda y como opinión personal, el punto fuerte de esta novela son los personajes, bien estructurados y sin caer en los tópicos a los que las historias de espías o agentes especiales nos tienen acostumbrados.
La trama oscura y cargada de ironía hace que en algunos momentos cueste seguir el hilo de la historia, ya que en ocasiones la lectura se hace un poco densa, aunque siempre manteniendo el nivel de intriga tan alto que me ha resultado imposible dejar de leer.
Una novela cargada de secretos y humor negro que hará de las conocidas historias del espionaje británico una sátira inteligente sobre la política y la corrupción burocrática.