Morning & Melancholia, susurrante Le Ren.
por Sandro Maciá
Bello folk, con Le Ren
Si ni en estos tiempos de restricciones nos permitimos caer ante el romanticismo y el relax de las canciones viajeras, mal vamos. Realmente, mal iríamos en cualquier época en la que negásemos la necesidad de bajarnos de la ola powerpop de vez en cuando para dejarnos llevar por el éxtasis que genera el rendirnos ante nuestra parte más sensible y folk, pero, insisto, en estos tiempos parece que aún se hace más necesario optar por echar el freno, aunque sea puntualmente, y sumergirnos en propuestas de belleza inspiradora.
Por eso, y por el amor que profeso ante nuestra artista justo desde su descubrimiento, hoy nos damos el capricho del asombro y de la ternura novedosa con un Ep de debut, Morning & Melancholia (Secretly Canadian / Royal Mountain, 2020), un trabajo que firma Le Ren, la citada artista que responde -tras el seudónimo- con el nombre real de Lauren Spear, y que se presenta como la culminación consiguiente a la publicación de sus sencillos Love Can’t Be The Only Reason to Stay » y » If I Had Wings”.
Tejido entre telares de cadencia y sutileza, cuatro son los cortes que se entrelazan en el tracklist del disco. Cuatro momentos que nos harán reflexionar sobre el duelo, la memoria y los correspondientes “elipses” que suponen las pérdidas en sí, tal y como tuvo que hacer la mismísima Le Ren cuando la muerte sorprendió a su ex novio hace dos años en un accidente de tráfico.
Con semejante contexto, resulta comprensible la lucha que se desprende de los intimistas enfoques de cada canción del Ep, la introspección que se palpa en torno a conceptos como la tragedia, vista sin miedo pero interpretada con el respeto merecido, siempre con el folk y el bluegrass como género desde el que lanzar al mundo himnos como Love Can’t Be The Only Reason To Stay -directo título para un tema de voz y guitarra coreado con mucha elegancia-, How To Begin To Say Goodbye -no menos sincera ni bella que su antecesora-, If I Had Wings -sugerente y potente vocal y rítmicamente, con percusión incluida y un inicio simple pero eficaz- y The Day I Lose My Mind -para un servidor, la balada más folk y honesta, de título a estructura-.
Enmarcada toda su obra en la influencia recibida del formalismo folclórico de los héroes canadienses Kate y Anna McGarrigle, o La Santísima Trinidad de John Prine, Joni Mitchell y Bob Dylan, no debemos olvidar que, si bien su Ep enamora desde el principio, también intriga, sobre todo gracias a su enfoque curioso, intencionadamente inexpresivo y aderezado con una lírica personal tan simple como devastadora. Como dice su propia promo: la música de Le Ren es desgarradora, pero segura… Y, creánme, doy fe de ello.
