Nos robaron la juventud. Memoria viva la quinta del biberón de Víctor Amela.
por José Luis Sola
Una de las últimas reseñas que realicé para Letras en Vena fue la de Guerra Total, la publicación de ésta tuvo lugar con motivo del resultado de las Elecciones Generales de 2019 en el que un partido como VOX y sus ideas totalitarias pasaban a ser el tercer grupo de las Cortes Generales.
Parece que la situación se repite, la lectura de esta obra coincide con un gran acontecimiento que cambiará la historia de este país. En plena crisis del COVID-19, el Gobierno de España ha decretado el estado de alarma que obliga a toda la ciudanía, durante 15 días, a estar confinada en casa para evitar los contagios y que la sanidad pública (que ya está saturada) pueda trabajar en unas mejores condiciones y que los responsables médicos no se vean en la tesitura de decidir quién vive y quién muere ante la casi asegurada falta de material sanitario.
Diferente fue la actuación del Gobierno de la II República que se enfrentó a un golpe de estado perpetrado por Franco y otros militares, ayudados por la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini y que hicieron de España un campo de batalla en el que probar todos los avances técnicos y militares.
Mientras, las democracias liberales, como Reino Unido y Francia, miraban hacia otro lado sin mover un solo dedo hasta que fue demasiado tarde.
En aquellos momentos, la situación era diversa y peor que la actual, ahora hay que estar confinados mientras que en la guerra la orden era la de salir de casa y estar dispuesto para luchar en el frente. Durante años se enviaron a niños y adolescentes, los de la Quinta del biberón, que no tenían formación ni instrucción militar y que sufrieron todo tipo de penurias, fueron masacrados por los cañones de los enemigos. Muchos de ellos no volvieron y sus familias aún los esperan para ser sepultados, es una herida que aún no está cerrada.
En el bando opuesto, la cosa no era mucho mejor ya que los de la Quinta de los pelargones y los requetés también fueron enviados al frente con las mismas penurias pero bajo la dirección de Franco quien quería aniquilar a toda costa al ejército de la república, un ejército que estaba en connivencia con la URSS y que ofrecía ayuda, a cambio del correspondiente pago en oro. También ayudaron las Brigadas Internacionales que eran voluntarios y luchaban mano a mano por la libertad y la democracia.
El resultado de este conflicto es por todos conocido y la situación en la que quedaron los exiliados (deportados, recluidos en campos de contratación y abandonados por las autoridades españolas), la represión, el racionamiento y el autoritarismo imperante que acompañó durante 40 años a este país.
«Nos robaron la juventud» es una obra de Víctor Almela en la que refleja a través de entrevistas personales todas las penurias que vivieron los más jóvenes que fueron obligados a participar en la guerra, algunos convencidos, otros en el bando contrario y otros a huir de las barbaridades y atrocidades que se cometían y en la que no había ni médicos, ni condiciones higiénicas ni sanitarias, ni agua ni comida.
En definitiva, tres años de guerra que separaron y enfrentaron a familias y amigos en la que todos estaban obligados a servir a la patria, pero ésta nunca les agradeció su labor máxime cuando los perdedores luchaban contra un ejército golpista que se levantó contra un gobierno legítimo surgido de las urnas.
En estos momentos, podemos cerrar una vieja herida y remar todos en una misma dirección para luchar contra un cuerpo ajeno, un virus, que asola a España y a Europa como la peste en la Edad Media.