Nosotros de Evgueni Zamiatin
por Rubén Olivares
«Nosotros» es una de las novelas fundadoras del género distópico, en el que, como en otros géneros, también han aparecido obras poco agraciadas. Por fortuna para el lector, esta novela reúne las esencias del género, convirtiéndola en una herramienta para el análisis y la crítica social. Fue prohibida por las autoridades soviéticas, quien la consideró – con acierto – una novela subversiva y satírica con el régimen, por lo que no vio la luz hasta que Zamiatin se autoexilió. Publicada en 1924 en Londres, por primera vez, logró su reconocimiento mundial en 1929 tras ser publicada en Francia, siendo reconocida por grandes autores del género distópico como base para sus obras, tales como Aldous Huxley (Un mundo feliz, 1932) y sobre todo George Orwell (1984, 1949).
«Nosotros» recrea la alineación que impera en un régimen totalitario bajo el yugo de un Bienhechor que gobierna con mano de hierro sobre el Estado Unido – precursor de la idea del Gran Hermano, que desea observar todo en todo momento -, el cual gobierna una ciudad transparente, rodeada de cristal, en la que sus habitantes han sido despojados de su identidad individual, nombrados por números, que viven de espaldas a lo que consideran la naturaleza salvaje. Este estado se convierte en una inmensa maquinaria que regula la vida de sus súbditos, bajo la cual el amor sólo es una expresión de un deber patriótico para aportar nuevos ciudadanos, y cualquier expresión artística o moral debe quedar supeditada a una representación matemática que pueda ser racionalizada y asimilada por el sistema. A través de las anotaciones que D-503 va realizando, se va dando forma a la crítica de este sistema: la burla del sistema de trabajo, el exacerbado culto al nihilismo individualista que domina a unos individuos que se han quedado reducidos a números, la censura de la prensa que vive por y para el régimen y el arte, prostituido por el sistema… notas que dan forma a las reflexiones de D-503, defensor a ultranza del sistema que acabará sometido al mismo mediante la “Gran Operación”. D-503 vive bajo una realidad disociada entre el deseo y la realidad, en la que enfrenta la propaganda del sistema, que él ha asimilado como la verdad, con el deseo que empieza a emerger en su interior cuando se enamora de I-330 y enferma de algo que los médicos del sistema denominan como un peligroso cáncer: D-503 se siente atraído por I-330 y ha empezado a desarrollar una ”alma” autónoma en la que han anidado sentimientos y pensamientos libres que contradicen las ideas del sistema y que lo llevarán a dejarse arrastrar por la rebeldía de I-330 contra el sistema, lo que los llevará a abandonar la ciudad y buscar ayuda más allá de la misma, poniendo en evidencia la existencia de unos “salvajes rebeldes” que viven en un régimen de libertad, con los que tratará de derrocar el sistema del Estado Unido, para acabar descubriendo que las revoluciones no siempre triunfan.
La novela está escrita con un tono evocador, nostálgico, con un aire lírico y mediante una narrativa entrecortada, a la que cuesta acostumbrarse, pero que resulta ser un recurso básico para dotar de verosimilitud a la narración, convirtiéndola en un diario personal en la que se mezclan los pensamientos discontinuos y las dudas del autor, dándonos pistas sobre el “problema” que padece D-530 y que acabaremos descubriendo a medida que avancemos en sus páginas. Tras leer la novela es fácil entender por que Stalin decidió censurarla, pues estamos ante una distopía que pone en duda las pretensiones cientifistas y ultrarracionalistas del materialismo histórico de Marx, pero que sobre todo denuncia las pretensiones idealistas de los tecnócratas que pretenden instaurar un sistema social perfecto, sacrificando aquello que nos hace humanos: el amor, la imaginación, la fantasía y la libertad. Una novela que, desgraciadamente, cada día parece más real.