UA101349465-1

Urara, de Ran y Kurohaine.

k

por Lara Vesga

Alex se reincorpora al curso en su nuevo instituto tras una lesión ocasionada jugando al baloncesto. Aunque es el nuevo no está solo. Allí estudia también Gabi, su mejor amigo desde la infancia. Alex tiene cero problemas de adaptación en el instituto, y pronto cosecha las simpatías de todos sus compañeros. Sin embargo, hay una chica que le llama la atención. Siempre está sola, ensimismada. No habla nunca con nadie y no sonríe. Alex, lejos de pasar del tema, se acerca a la chica e intenta entablar conversaciones de toda índole. También, intenta por todos los medios provocarle la risa.

Pero no hay nada que parezca sacar a Laura de su ensimismamiento. Algo que lleva a que la mayoría de estudiantes la marginen y se burlen de ella. Tan solo Gabi, que tampoco es lo que se dice popular, y ahora Alex, se interesan por conocer a Laura. Más aún cuando después de una cena con sus padres y su hermano, Alex descubre el por qué ella se comporta así.

Ran y Kurohaire son dos autoras nacionales que se han abierto camino en el mundo del manga con Urara. Situada en un instituto de Barcelona, la historia recoge temas tan actuales y reales como el bullying y el aislamiento social. Aunque cuando se estaba gestando se pensó en publicar una sola entrega, Urara se compondrá finalmente de tres tomos, en los cuales sus autoras se encuentran ya trabajando intensamente.
Es sencillo conectar con la historia, empatizar con Laura y no tanto con quienes se meten con ella y con otros compañeros. Adorar al personaje de Alex, que se desvive por sacar a Laura de su mundo, y reírse con los dos amigos, Alex y Gabi, y sus divertidos encontronazos. Promete también que en esta ecuación entre Laura. Seguro que esta amistad entre los tres germinará en los próximos tomos.

El libro busca y logra que hagamos la reflexión sobre qué papel adoptaríamos nosotros en una situación similar. Difícil cuestión ser totalmente honestos al respecto. Porque quizá, aunque la opción mayoritaria sea la de no apoyar a quienes hacen bullying, lo habitual sea no mojarse, no contraatacarlo, y quedarse de brazos cruzados y callado ante esta injusticia. Porque lo menos frecuente es la elección que hace Alex, la de acercarse a Laura con todas las consecuencias, la de no ignorarla. ¿Qué tal si todos hiciéramos lo mismo?

Share This