El color del miedo de Simona Tanzini.
por Susana Flores García
Descubriendo una verdad.
Esta semana os traemos una lectura diferente, o al menos con una protagonista muy peculiar. Viola es una joven que no termina de adaptarse a Palermo, después de un año viviendo en la ciudad sigue echando de menos Roma. Como periodista en una de las cadenas televisivas más conocidas de la ciudad, Viola está acostumbrada a indagar en asuntos escabrosos por eso cuando Romina una joven estudiante de moda de tan solo veinte años aparece estrangulada y el principal sospechoso no es otro que Zefir, un conocido cantante de la zona al que vieron la noche anterior con la fallecida no puede evitar investigar por su cuenta para descubrir quién a podido asesinar a la joven.
Viola tiene serias dificultades para percibir la temperatura en gran parte del cuerpo, apenas puede sentir el frío o el calor por lo que su capacidad para mover las piernas es su termómetro corporal. Cuando pasan los 31 grados caminar comienza a ser una lucha y pasado los 35 su cuerpo corre riesgo de sufrir un bloqueo motor, por lo que Viola teme ese famoso Siroco del que todos los habitantes de Palermo hablan, un fenómeno que azota a la ciudad tres veces al año durante tres días seguidos con temperaturas de hasta 40 grados. Con el famoso Siroco encima Viola empieza sus vacaciones, pero incapaz de obviar el asesinato de Romina, comienza una investigación a fondo junto a sus dos compañeros Roberto y Turi quiénes están a cargo de cubrir la noticia.
La joven periodista además de sus dificultades con la temperatura padece sinestesia cromática y aunque ella lo llame “una característica más” es un trastorno neurológico que le hace asociar colores con personas. Y esta sinestesia le hace pensar que Zefir no puede ser un asesino, su color es papel de azúcar y por eso para ella le es totalmente imposible creer que el cantante al que ya conoció hace algunos años por ser hermano de uno de sus vecinos ha podido acabar con la vida de Romina.
Aunque todo comienza con una investigación para demostrar que Zefir no ha sido el responsable de la muerte, termina adentrándose en el pasado de la ciudad y con su peculiar capacidad no solo descubrirá colores, si no que será capaz de ver lo que esconden y eso la llevará a tener un arma con la que no contaba y que podrá cambiar el rumbo de todo.
A simple vista podemos pensar que estamos ante un thriller, pero el gran peso de la historia lo lleva la personalidad de Viola. Una joven pesimista que usa la ironía para gestionarse a sí misma y quién en sus reflexiones consiguen sacarte más de una sonrisa. A lo largo de la trama veremos como con su sarcasmo e inteligencia Viola tratará temas tan complejos como la culpa o la inocencia y nos mostrará la importancia de arriesgarse, porque para vivir hay que hacerlo de forma intensa.
Una historia a la que en algún momento le ha faltado algo de ritmo pero que sin duda Viola consigue dejarte pegada a sus páginas.