El mundo del condenado a muerte. Las encrucijadas de Camus de Rachel Bespaloff.
por Rubén Olivares
“…No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar si la vida vale o no vale la pena de vivirla es responder a la pregunta fundamental de la filosofía…”.
Albert Camus, El mito de Sísifo.
Nos plantea Rachel Bespaloff, en su obra, la siguiente pregunta, “…¿qué es lo que sostiene al condenado a muerte, que rechaza el consuelo de lo sobrenatural? Camus no puede dejar de formularse esa pregunta. Todos sus personajes, de algún modo, la responden, no tenemos más que escucharlos…” una cuestión que resume, con agudeza, todo el pensamiento filosófico de Camus, un escritor, intelectual y filósofo que centró su obra en arrojar luz sobre la idea del absurdo y su particular visión del existencialismo. Si por algo destaca el pensamiento de Camus, además de por su sentiment de l’absurde, es por la sencillez con la que están escritas sus obras, libros que, pese al hondo calado filosófico y reflexivo que impregnan sus páginas, resultan accesibles para el público en general, obras en las que nos enfrenta al abismo del absurdo al que deben hacer frente sus personajes, así como al sentimiento de rebeldía ante las injusticias que dominan su vida, un deseo de cambio y rebelión que les impulsa a seguir viviendo pese al predominio del sentimiento del absurdo que domina su mundo.
Bespaloff nos ofrece en este ensayo, un detallado estudio de las principales ideas de Camus a través de su obra. Si adentrarse en el pensamiento de Camus es iniciar un viaje autorreflexivo que trastoca nuestra visión de la vida, hacerlo de la mano de Bespaloff es contar con una guía experta que nos mostrará, página a página, que secretos guardan las obras de Camus. Bespaloff está dotada de un agudo pensamiento que disecciona milimétricamente la obra de Camus. Para ambos autores, el mudo parece derrumbarse e ir a la deriva en el océano del absurdo. El ser humano se mueve entre fragmentos de una realidad que se derrumba a cada paso. La vida ha perdido su sentido de linealidad. Dios ha muerto, y el hombre debe ahora tomar las riendas de su destino: dejarse guiar por la voluntad de poder, “…la gran personalidad…” o “…la vida como pasión, desafío, rechazo obstinado de cualquier consuelo sobrenatural, amor fati…”, en palabras de Bespaloff.
A lo largo de su obra, Camus nos plantea la disyuntiva que el hombre debe tomar ante el sentimiento del absurdo, enfrentándonos a dos visiones del mundo opuestas. Por un lado, tenemos el pensamiento de Mersault en El extranjero, que nos anuncia que “…con vivir no es suficiente…”, por lo que debemos tomar la iniciativa de nuestras vidas y dotarle de un sentido. En contraposición, se nos presenta la visión de Calígula, quien rechaza esta visión positiva de la voluntad de poder y antepone la crueldad, la coerción frente a una vida humana sin sentido ni justificación. La vida carece de sentido y es una tarea inútil buscarle un sentido, anteponer una moral vitalista que la dote de valor. Ambos aspectos nos enfrentan, como un Dios Jano, a la dualidad del sentimiento de lo absurdo: abordar la vida y dotarle de un sentido propio e individual o abandonar esta idea y despreciar no sólo la vida en sí, sino la de aquellos que nos rodean por entenderla como una condena al absurdo.
Al ser humano solo le queda una alternativa ante esta disyuntiva: la alegría de vivir: “…ser un hombre condenado entre otros hombres igualmente condenados, ésa es la tarea…” nos señala Bespaloff. Un esfuerzo fundado en la libertad individual, pero lleno de contradicciones, de vías sin salida, un titánico trabajo de Sísifo en el que, pese a lo inútil de su obra, nos impulsa a seguir repitiéndola una y otra vez. Indica Bespaloff, con acierto, que “…no es posible encontrar en la rebeldía razones para preferir la santidad a la crueldad…”. Contradicciones que encarnan ambos personajes y que fascinan al ciudadano de hoy en día por la verdad esencial que guardan. A lo largo de su obra Camus trata de hallar el método que equilibre el sacrificio con la felicidad individual, lo que lo convierte en un autor de referencia al que acudimos en busca de respuestas que, gracias a esta obra de Bespaloff, cuenta ahora con una excelente guía.
Al finalizar la lectura de este pequeño ensayo sobre el pensamiento de Camus, cerramos el libro preguntándonos quien fue esta mujer de afilado pensamiento que nos ha diseccionado con maestría las líneas que vertebran la filosofía de Albert Camus, al que con su lectura hemos rescatado del olvido. Doble oportunidad la que se nos ofrece con este libro: por un lado, redescubrir el pensamiento de Camus en estos tiempos de incertidumbre e irrealidad que vivimos y, por otro, acercarnos al talento reflexivo de Rachel Bespaloff.