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¡HOLA SOL! DE SARAH JANE HINDER. 

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por Ana Olivares

¡Hola Mundo!

¿Por qué hoy os presentamos un libro de yoga para niños? Porque es la primera vez que una servidora prueba el yoga y le ha gustado tanto, que la mejor forma de fomentarlo en familia es practicarlo desde la más tierna infancia. Ahora que viene el verano y se acaban las clases os proponemos iniciaros en esta actividad tan saludable para el cuerpo y la mente. Con suerte se convertirá en un hábito, en una terapia que nos ayude a conectar con nuestro interior y a calmar nuestros pensamientos antes de comenzar las aventuras de un nuevo día. Y es que el nivel de estrés que soportamos en esta constante guerra que llamamos vida nos acaba pasando factura. Por lo que no podemos olvidarnos de los niños, de su propio micro cosmos repleto de tareas y responsabilidades que cumplir (clases, deberes, actividades extraescolares…etc.). En este sentido, este saludo al sol se puede convertir en un recurso de lo más enriquecedor si lo vamos descubriendo poco a poco junto a ellos ya que seremos los adultos quienes lo pongamos en práctica.

¡Hola, sol! Te enseña a mantenerte erguida como una montaña junto a imágenes evocadoras de colores magentas y naranjas que activarán nuestros chakras. La Naturaleza ya lo inunda todo y estamos listos para recibir las primeras luces del día junto a pajaritos y abejitas que nos imitarán. Todos juntos estiramos los brazos hacía arriba, recibiendo la luz y después nos doblamos hacia la Tierra, donde las mariquitas simpáticas navegan en ese mar en calma en el que estamos entrando. Dando un paso atrás, miramos al cielo y lo saludamos mientras escuchamos el canto de los pájaros, el murmullo de los árboles y sentimos esa hierba fresca bajo nuestros pies y manos desnudas. Las flores saben que somos conscientes de ellas y nos saludan igualmente. Ya concentrados y firmes nos convertimos en el tronco de un árbol que se dobla, pero no se rompe, y que permanece hasta elevarse hacia el sol y conseguir recibir su saludo y su calidez. Después regresamos a la postura de la montaña y terminamos con un Namasté a modo de agradecimiento. Este proceso nos recuerda que tanto los pensamientos, como las palabras y el corazón deben ser amables si pretendemos mantener la templanza y energía que hemos ganado gracias a estos sencillos pasos de nuestro ejercicio. Un factor positivo a destacar es que encontraremos una guía que detalla cada uno de los doce movimientos en los que consiste el saludo al sol, con sus nombres específicos para no equivocarnos. Y por último una preciosa meditación con la que terminar nuestra pequeña clase de yoga para niños.

El saludo al sol. También conocido como Surya Namaskar, el saludo al sol proviene de los yoguis; los primeros que practicaban yoga en la India ya sabían de la importancia del Sol, por lo que lo adoraban y dedicaban unas cien reverencias al día. Se trata de una secuencia de doce posturas de yoga que hacemos con la finalidad de poner a punto nuestro cuerpo. Se suelen practicar por la mañana para llenarnos de energía durante el resto del día. En definitiva, lo que es evidente es que el Sol es la fuente de vida de nuestro planeta. Hace que nos sintamos felices y nos aporta energía y salud. Por eso es tan importante este libro, no sólo fomenta el yoga en la infancia, también contribuye a que seamos más conscientes de nuestra propia naturaleza y puede ayudarnos a vivir en comunión con ella. Es un libro precioso para cualquier niño o niña que desee ampliar su espiritualidad natural.

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