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Pleamar de Antonio Macero. 

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por Susana Flores García

¿Conoces realmente a quién te rodea?

“No se ve bien. La habitación es oscura, el plano fijo esté probablemente iluminado y las hermanas Müller se mueven a base de espasmos para intentar liberarse de las cuerdas.”. Así es como comienza el thriller que os traemos esta semana.

Una historia brutal que te pondrá los pelos de punta, en la que Darío Mur y Nieves González son los inspectores encargados del caso: El secuestro de las jóvenes más cotizadas de la red, de las hermanas Müller. Martina y Leandra son influencers y se dedican a promocionar su vida en internet. Cada jueves las dos jóvenes cuelgan un video nuevo en su canal de YouTube, donde además de hacer publicidad y contar su día a día, se hacen bromas pesadas o critican a algunas de sus compañeras de profesión. Lo que les hace ganar dinero, adeptos a sus respectivos canales y también algún que otro hater.

Cuando el reputado cirujano Tobías Müller y la periodista del corazón Sofía Lizana acuden a comisaria a denunciar la desaparición de sus hijas ninguno allí es capaz de imaginar lo que está sucediendo. Nuestra pareja de policías, Darío y Nieves piensan que las jóvenes han podido escapar, siendo este un modo de llamar la atención a unos padres demasiado ocupados como para dedicarles el tiempo que les requieren sus hijas. Pero todo este desconcierto inicial cambia con el último vídeo, dónde las hermanas lloran desesperadamente ante una cámara. Aparecen en una habitación oscura, ambas amordazadas y maniatadas. En el momento en el que este video se hace viral se inicia la verdadera investigación y las preguntas iniciales del caso cambian: ¿Se trata de alguna broma macabra? ¿Por qué hacen este tipo de videos las hermanas? ¿Es real el secuestro? Uno de los detonantes que hace saltar todas las alarmas dentro de la comisaría, y aunque los inspectores han asegurado a sus padres que las van a encontrar sanas y salvas, el video del asesinato de una de ellas es colgado en la red. Ya no queda tiempo para suposiciones, están persiguiendo a un asesino y deben avanzar a contra reloj antes de que la otra hermana corra la misma suerte. Para Darío y Nieves la prioridad es encontrar a Leandra viva, pero poco a poco irán descubriendo los secretos que esconden no sólo los Müller, sino todos los sospechosos del caso. Todos parecen tener un móvil y también una coartada, aunque si algo tiene claro el inspector, es que las hermanas han sido secuestradas por alguien de su entorno más cercano.
A lo largo de la trama, también conoceremos la vida del inspector Mur, recién separado y a cargo de una hija adolescente con serios problemas de actitud. La relación entre ellos no es nada fácil. Ángela apenas muestra interés por mejorar y Darío se ve incapaz de plantarle cara, por lo que un sentimiento de culpa y de pena inunda su vida. Por otro lado, la subinspectora González es el centro de atención en comisaria después de denunciar a su superior por acoso sexual. Sabe que está en el punto de mira y aprovecharán cualquier oportunidad para sacarla de la unidad, por lo que trabaja con una presión añadida. Mientras tanto, ocupa su tiempo libre con las citas online. Y aunque le cueste acercarse a Darío, conseguirá lograr con él una amistad de verdad.

El autor se centra en las relaciones familiares. Concretamente en unos padres impotentes ante el desapego afectivo de sus hijos; aunque sean éstos últimos los que se sientan incomprendidos, se trata de dos visiones complejas pero muy actuales. También nos habla de los problemas a los que se enfrenta una sociedad basada en la imagen, en la que cuenta más el aspecto que la verdad; en la que las relaciones tóxicas o la obsesión por las redes sociales son los principales temas a debatir dentro de este thriller visual y contundente, con un giro final totalmente inesperado.

 

Pleamar