Relaciones peligrosas de Cristina Alger. 

No es un buen momento para la agente del FBI Nell Flynn. De baja laboral por una investigación de la que ha salido más que tocada y con demasiados enemigos pisándole los talones, recibe la noticia de la muerte de su padre en un accidente de moto. No es que tuviera mucha relación con él, pero volver a la casa en la que nació y la cual no visitaba desde hace diez años le ha removido demasiados recuerdos. Sobre todo, el de la muerte de su madre, asesinada brutalmente cuando ella solo tenía siete años.

Forzada entonces a volver al hogar familiar para gestionar los trámites de la herencia, se encuentra con algunos viejos amigos de su padre, todos del gremio, ya que Marty Flynn era detective de homicidios. Es así como en parte por hacerles el favor y en parte por mantener la cabeza ocupada, empieza a involucrarse en la investigación de los asesinatos de dos mujeres de la zona. Y cuanto más profundiza, más probable le parece que su padre sea el principal sospechoso y que sus compañeros lo estén encubriendo. Pero ya no solo de estos asesinatos, sino que Nell duda ya hasta de si su progenitor pudo haber sido el asesino de su
madre.

Cristina Alger (EEUU, 1980), nos trae en Relaciones peligrosas un thriller adictivo desde el principio hasta el fin. Será fácil introducirse y no salir durante sus más de 300 páginas de la mente de la protagonista, sometida a altas implicaciones morales, debatiéndose constantemente entre la búsqueda de la verdad y las consecuencias de esa búsqueda para ella y su familia.

Tras conseguir estar en varias ocasiones en las listas de los libros más vendidos de The New York Times y a punto de que su anterior novela «Dinero sucio» se convierta en serie de televisión, Alger firma un final de alto voltaje y, cumpliendo exquisitamente los requisitos del género, nos regala la que será sin duda una de las lecturas imprescindibles de este verano que acaba de empezar.