Serpent presentan Amb la rancúnia pròpia d’un lletraferit, su nuevo EP.
por Sandro Maciá
Reptiliano Ep desde Barcelona
Los objetivos sólo son inalcanzables para quien se pasa de listo o le pone pocas ganas al tema. Sin medias tintas. ¿Y quizá por eso podamos ver cómo hay una parte del mundo que se termina flipando en cada reto-hola, querida frustración- y otra que no tiene mayor ambición que la de ir cumpliendo años creyendo que todo resulta tan complicado como utópico? Quizá. Pero, por suerte, esto nos lleva a tener que sacar a relucir otra raza de personas -artistas, en este caso-, la de los que emprenden los retos con el ímpetu necesario para lograr toda meta y dar la satisfacción que anhela su público.
Un tercer ¿bloque? -llámenlo como quieran-, un escalafón donde se sitúan músicos de la talla de Serpent, que hoy saltan de sus tierras catalanas hasta nuestros virtuales dominios con motivo de la presentación de un Ep que nace, precisamente, de esas ganas de seguir llevando a cabo propuestas sorprendentes y contundentes. En este caso, lo que los autores de Lluna Roja -primer largo, que vio la luz en 2019-, se propusieron a raíz del estado de alarma decretado en nuestro país fue publicar tres Eps en 2021, pegando así el necesario golpe cultural sobre la mesa y manteniendo esa voluntad de permitirnos seguir cuerdos a través de la música, concretando temas, yendo “a la yugular” y reflejando en cada entrega las preocupaciones pertinentes, siempre como inspiración pero nunca como imposición.
Al menos, eso es lo que se desprende de cada uno de los cuatro cortes que forman Amb la rancúnia pròpia d’un lletraferit (BCore, 2021): una ausencia de dictadura temática -algo muy sufrido durante la época pre y pandémica- y una libertad de expresión que fluye en las letras y se materializa sonoramente en los ritmos punk rock de amplia distorsión que revisten cada segundo de la impactante Llepaculs -buena declaración de intenciones con los versos de “Si ha d’acabar tot per crucificar-te on he de signar? Vull tancar aquest tracte. T’ho dic amb les paraules exactes i amb la rancúnia pròpia d’un lletraferit”-, de la melódica Cròniques d’un no-lloc -con buenas dosis de electricidad, condensadas en tramos bien estructurados-, la crítica Focs Artificials -potente voz y mensaje: “Tothom aplaudeix la banalitat. Omplen la teva nit, els focs artificials”- y de la veloz Home Caducat, con lapidaria sentencia pero real reflexión -¿o es que nunca hemos sentido eso de “Ja ets un home ara. Caducat”?-.
Un relámpago de ritmo trepidante que alumbra una escena cada vez menos oscura y triste y que gracias a empeños como este de Serpent, grabado en EM Estudi, como su largo debut, llegará a ser lo brillante que fue.