Una mujer no muere jamás de Elisa Beni.
por Lara Vesga
Lara es una periodista treintañera y recientemente divorciada que acaba de cumplir un sueño que muchas veces le pareció inalcanzable: adquirir una casa
propia en su ciudad, Madrid. No es que su situación económica sea demasiado boyante, pero la suerte ha llegado a su vida de la mano de una ganga de piso que nadie se explica cómo ha podido conseguir… Hasta que todo cobra sentido cuando una compañera del trabajo algo puñetera tira de la manta y desvela que la antigua propietaria de la casa murió en el domicilio y fue encontrada momificada diez años después.
Aunque al principio Lara se queda algo tensa e incómoda con el descubrimiento, poco a poco el interés, fruto de su olfato periodístico, le hace querer saber más y más de aquella mujer que vivió en su misma casa y se dispone a averiguar por qué pudo acabar tan sola como para que nadie se percatara de su fallecimiento en diez años. Y en el camino de la búsqueda del sentido de esta existencia quizá
encuentre también las claves de su propio futuro.
Elisa Beni (Logroño, 1964) homenajea al papel femenino en las sociedades del pasado y del presente, conectando a abuelas, hijas y nietas y reivindicando una frase que titula la novela: Una mujer no muere jamás. Tomando como escenarios Madrid y Bilbao y como épocas la del franquismo y la más reciente de la prepandemia, Beni nos descubre las historias de unas mujeres que pese a haber vivido en diferentes tiempos históricos comparten personalidades fuertes, rebeldes e independientes que dejarán una huella indeleble en cada lector.
El amor, el desamor, los problemas familiares, las convenciones sociales, la política, la lucha universitaria, el dinero, la juventud y la vejez… son algunos de los temas que dan forma a una novela poblada de carismáticos personajes y cuyo detonante fue una noticia real publicada en prensa que la autora encontró leyendo una mañana mientras desayunaba y a partir de la cual tejió un libro que rinde tributo a todas y cada una de las mujeres.