Advocats i Diables, nuevo Ep de Derry Below y La Banda Magnética
por Sandro Maciá
Reinventando temas desde el magnetismo.
Me repetiría mucho si dijese que no es crucial el idioma para que cualquier canción haga su magia y transmita aquellas sensaciones por y para las que fue creada. Pero, ale, ya lo he hecho, porque si las verdades son tan evidentes como mis ganas por no dejar de recomendar a esos artistazos y bandas que merecen ser escuchados, pues se reiteran las veces que haga falta. Y punto.
Punto y seguido. Que no paro. Que insisto, que el afán por querer hacer del arte musical una forma de sentir y vivir pasa también por la elección de un idioma u otro -catalán y castellano, en este caso-, así como por la configuración (o reconfiguración) de la propia composición del grupo o banda, pretexto que nos viene como anillo al dedo para dar paso ya, y como merecen, a… -ta-ra-ra-: Derry Below y La Banda Magnética, autores del Ep Advocats i Diables (Quimera Records, 2022).
Después de su General Lee, una producción de David Bitter donde los sonidos ochenteros fueron los protagonistas, la actual alianza forjada entre Derry Below y La Banda Magnética no hace otra cosa que eso: atraernos, pegarnos, magnetizarnos, pero esta vez a ritmo del poprock que emana de las seis canciones que componen el trabajo, un conjunto de temas de Jaume Arboledas y del propio grupo que, pasando por las manos de Pau Pirex y Damián Geller a la coproducción y los arreglos, queda perfectamente cohesionado.
A veces más dulces, a veces más ásperos. Los caminos desde los que divisar el horizonte al adentrarnos en cada canción van variando en función del saber hacer de Montse Clapers (Voz), Jordi Huerta (guitarra y chorus), Guille (bajista), Sergi Ayuso (batería y chorus) y los propios Jaume (voz) y Damián Geller (guitarra, chorus y arreglista).
Sin embargo, desde cualquier punto de este paisaje e independientemente de la ruta escogida, queda asegurado el disfrute con piezas como Pare -ejemplo de ese toque dulce entre versos sentidos de despedida y amor del bueno, del auténtico, hacia los seres queridos-, El que queda de mi -compases rockeros, energía desde el principio en este corte que abre el disco-, La plaça del pecat -arpegiada historia de amor ¿platónico o vivido?, descúbranlo-, A la deriva -riffs suaves y estribillo acertado, bien colocado y pegadizo-, Ciutat D’Angels -de letra rápida y versos ágiles- y Todo tiene un final, que musicalmente enamora, pese a la crudeza de una letra sincera que expresa con entereza el reto de emprender aventuras en soledad.
Y eso es lo que acontecerá a partir de ahora a Derry Below y la Banda Magnética, aventura tras aventura, pero no en soledad, sino bien acompañados en cada paso que den para presentar su Advocats i Diables, ya de por sí llamativo en el título y, cómo habrán intuido, no menos interesante en su contenido.