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Cuando el mundo era joven de Carmen Korn.

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por Lara Vesga

Europa da la bienvenida al año 1950 en un momento en el que, aunque la guerra ha quedado atrás, aún está presente entre las familias en forma de recuerdos y ausencias. Pero como la vida apisona todo ello e irremediablemente marcha hacia adelante cada segundo, no queda otra que seguir.

Precisamente eso hacen Gerda y Heinrich en Colonia, intentando sacar adelante su galería de arte tras el expolio nazi. En Hamburgo, Elizabeth, Kurt y sobre todo la hija de ambos, Nina, intentan asumir que su marido y yerno, desaparecido en la Segunda Guerra Mundial, nunca regresará. Y en San Remo, Margarethe lidia como puede con su suegra Agnese una italiana estricta que sobreprotege y quiere solo para ella a los hombres de su familia. Carmen Korn (Düsseldorf, 1952) vuelve a demostrarnos su enorme talento a la hora de crear sagas familiares e introducir en ellas de lleno a los lectores. Cuando el mundo era joven nos transporta desde la primera página a la posguerra alemana y nos mete hasta la cocina de una serie de personajes cuyas tramas nos mantendrán pegados a la lectura. Con pequeños guiños que reconocerán quienes también leyeran la saga «Hijas de una nueva era» , aprovechando con acierto que los personajes son coetáneos, Korn alumbra sus páginas con la más pura esperanza de que la felicidad, pese a lo devastador de la época, puede alcanzarse, y que siempre hay luz al final del túnel, aunque en ocasiones este sea kilométrico. La novela clama a los cuatro vientos que la vida es un continuo reinicio y el amor y la amistad sus propulsores. Con un final abiertísimo y varias tramas en puntos suspensivos, solo queda esperar a la segunda entrega de otra serie de libros que prometen llenar el vacío que dejó Hijas de una nueva era.

Cuando el mundo era joven, de Carmen Korn
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