Maestras del engaño de Tori Telfer.
por Ana Olivares
Diremos que se ha instaurado una tradición lectora en la que cada año esperamos con emoción la llegada de otra antología de chicas malas que nos sirvan de inspiración para futuras fechorías. En esta ocasión, Maestras del Engaño de Tori Telfer, recoge a las mujeres más astutas, ávidas de fortuna e implacables a la hora de alcanzar sus objetivos. Mujeres con una gran capacidad de persuasión e inteligencia que decidieron aprovechar sus distintos dones y habilidades para hacer historia en el mundo del crimen.
Un recorrido apasionante por cada uno de los casos reales, repletos de anécdotas y detalles que la enriquecen, acompañada de una narrativa precisa y con guiños de humor negro que harán de esta lectura un repaso placentero por el pasado de mujeres sin escrúpulos o conciencia, que prefirieron caminar por el lado oscuro de la vida antes que renunciar y conformarse con lo dado. Pioneras en algunos casos de nuevos métodos de engaño o manipulación; protagonistas absolutas de la presa de cada país en el que decidieron actuar y en muchos casos, víctimas de su propia actividad. Acabasen bien o mal, lo verdaderamente importante aquí es el valor que demostraron, dejando claro que no sólo un hombre es capaz de obtener poder. Y pese a que aquí no se defiende ningún tipo de conducta que se aleje de lo políticamente establecido o que atente contra el bien común, hemos de reconocer que a todo el mundo le gustan las historias de embaucadores y cara duras; quizá, precisamente porque alguien corriente no se atrevería a ir tan lejos o simplemente no lo necesita. Al tratarse de distintas épocas históricas repartidas en el tiempo, hemos de pensar que, en muchos de estos casos, dichas mujeres sentirían la necesidad de salir adelante arrasando con todo aquello que se cruzase en su camino; o bien, en muchos otros, lo harían porque podían.
Repleta de giros desternillantes y hechos de lo más inverosímil; que nos demuestran una vez más que el apelativo de sexo débil tan solo es un cartel que no define en ningún caso el arrojo de nuestras protagonistas. No importa la época en la que sucedieron; las tretas y engaños que elaboran e idean con el fin de enriquecerse u obtener poder o ascenso social siempre serán parecidas a las que hoy en día se dan en cada rincón del Mundo. Sólo que aquí nos centramos en el sexo femenino. Desde Jeanne de Saint-Rémy, quien se sentía orgullosa por ser descendiente de la Casa de Valois, joven que contribuyó a la caída y posterior decapitación de Maria Antonietta de Francia tan sólo por infundir falsos rumores sobre la compra de un collar carísimo…distintas estafadoras compulsivas como Cassie Chadwick, quien escaparía sucesivamente de la justicia tras apoderarse del dinero de cualquier conocido o familiar que tuviese cerca. Se casó con un hombre rico del que pudo disponer de toda su fortuna hasta que lo arruinó. Y continuó con estafas a banqueros, quienes caían en la trampa gracias a su despliegue de abales falsos y su reputación. Hasta que en 1905 un jurado la declaró culpable de conspirar para defraudar a los Estados Unidos de América. Wang Ti, nacida en 1981, quien consiguió embaucar a un rico deportista, Yang Yun y aprovecharse de los multimillonarios estafándolos mediante la compraventa de inmuebles; un círculo vicioso de mentiras del que no pudo escapar. O el caso de las hermanas espiritistas Kate y Maggie Fox, quienes se hicieron pasar por médiums desde su infancia y tras más de cincuenta años acabaron repudiando su papel, convirtiéndose, sin saberlo en las precursoras del espiritismo moderno, y claro está, en la inspiración de miles de imitadoras por todo el mundo. Y es que se convirtió en un negocio predominantemente femenino y muy lucrativo, ya que ¿Quién no pagaría lo que fuese para volver a ver o hablar con un ser querido fallecido?
Fu Futtam (Dorothy Matthews) entra en la categoría de mujer de negocios; supo mantener el equilibrio entre estafadora y emprendedora sin tener demasiados problemas con la justicia. Sus rasgos orientales y su poder de comunicación la convirtieron en toda una maestra del ocultismo, publicando libros y fabricando y comercializando sus propios remedios. Luego tenemos a distintas mujeres que se hicieron pasar por la mismísima princesa Anastasia o directamente uno de los componentes de la familia Romanov. Sin embargo, en 2009 aparecieron los dos últimos cuerpos que faltaban zanjándose la tortuosa cuestión del destino de los últimos Zares de Rusia. También tenemos drama Queens, como Ruksana, Ashley y Tania que ocuparon todos los periódicos con sus excéntricas estafas, junto con la todoterreno Bonny Lee Bakley quien se casó con una estrella de cine con la esperanza de seguir brillando y lo que encontró fue un balazo. O Lauretta J. Williams, una cubana que se alistó en el ejército en plena Guerra de Secesión, alcanzando la fama como soldado, a pesar de que todo el mundo sabía, hasta la prensa, que era una mujer… Encontrareis muchos casos más relevantes, con anécdotas y detalles que nos permiten analizar mejor la figura de cada una de estas artistas de la manipulación.
Una lectura macabra y deliciosa que ampara la relevancia del sexo femenino hasta en el mundo del crimen. Y ya por último, os recomiendo tener a mano una libreta de notas por si necesitáis extraer cualquier idea…