Asesinos del Amor, del Timo del Punk a su clip de Despedida.
por Sandro Maciá
Despedida, eléctrico vídeo de Asesinos del Amor
Volver a la música que a uno le mola es casi más placentero que retomar viejas costumbres… ¿O acaso no es lo mismo? Puede. Pero poco me importa ahora si la distinción entre vuelta y retorno supone alguna diferencia porque, lo que realmente me llena de alegría es el reencuentro con un disco que cayó en mis manos hace tiempo y que por mi -injustificada- locura de agendas, letras y demás quehaceres no había podido ser tratado con el mimo y el protagonismo que merece todo aquel trabajo que uno saca a relucir en este humilde webzine.
¡Pero se acabó! Fin del tiempo de descuento. Se terminó la espera y llegó esa señal que nos impulsa a descubrir en toda su extensión El timo del punk (Flor y Nata Records, 2022), el Ep de Asesinos del Amor, que vuelve a las andadas en la mente del escribiente autor de estas líneas tras revisionar el gran vídeo que ha presentado este cuarteto, formado por Indi (voz principal), Rubén (guitarra y coros), Miguel (bajo y coros) y Juanto (batería), para ilustrar y narrar visualmente lo que acontece en Despedida, uno de los cortes que componen el disco junto a Asesino del Amor, Nuevo día, Suicidio y sus correspondientes rockandroleras versiones de los mismos.
Impactantes nombres para un trabajo no menos llamativo, dirán ustedes. Sí, les doy la razón, pero no se me ocurre un mejor hilo conductor que esta nomenclatura para presentar un tracklist donde el protagonista, ya en lo sonoro y textual, es el sonido “guitarreramente” noise, de ritmo fluctuante entre compases rockeros que terminan por cruzar al lado punk con suavidad, sin que ello suponga una concesión a la ñoñería, pues su característica más palpable es la orgánica y emocional concepción que ha llevado a cada tema a nacer y a ser creado e interpretado tal y como se presenta.
Artificios, innecesarios. Crudeza y “know how” a la hora de dar forma a cada canción, toda la del mundo. Y se agradece, porque se siente esa naturalidad que a veces resta la excesiva producción de algunas bandas cegadas por la ambición y la necesidad de contentar a todo el mundo. Aspecto, este último, que parece no preocupar a los Asesinos del Amor, ya fieles a su independencia desde el título hasta cada uno de los frames que dan sentido a Despedida, el vídeo -sí, ya voy- que supone el motivo por el que uno ha empezado a enrollarse -¿cómo evitarlo?- y que refleja esa personalidad del grupo, esa directa presentación de la canción, esa puesta en escena sencilla que, sin ser sosa, hace honor a los transitivos matices a los que me refería en el aspecto rítmico y estructural de sus canciones.
Y así, entre colores, superposición de planos y ese halo de casi imperfección colorista conseguido para que el brillo de los eléctricos tonos cromáticos no ciegue ni reste protagonismo a la banda -cosa que me encanta, ¡que ya basta de tanta historia, cuando lo que queremos es ver a los artífices de cada single en acción!-, deslumbran ellos, las verdaderas estrellas del clip.
¿Qué, quieren más detalles? A ver el vídeo, que es lo suyo.