Dama blanca de Marta Martín Girón

Dama blanca de Marta Martín Girón

«Dama blanca» arranca fuerte con el monólogo interior del asesino de una chica adolescente mientras está deshaciéndose del cadáver en los arrozales de la localidad valenciana de Cullera. A partir de ahí, sabemos que vamos a lidiar con un depredador oculto de la peor calaña al que intentarán atrapar, en una investigación a contrarreloj, los inspectores de homicidios Yago Reyes y Aines Collado.

Mientras la pareja de investigadores centra sus primeras pesquisas en el entorno más cercano de la víctima, los secretos más terribles comenzarán a destaparse uno tras otro, convirtiendo el relato en una lectura trepidante de la primera a la última página.

«Dama blanca» es la primera de las entregas de la trilogía protagonizada por los inspectores Reyes y Collado. Su autora, Marta Martín Girón (Madrid, 1981), ha escrito más de una docena de libros desde 2014, año en que publicó por primera vez, y quien lleva más de 100.000 ejemplares vendidos. En estos casi diez años, esta escritora amante de la filosofía y las terapias alternativas ha tocado diferentes géneros, como la novela romántica, ciencia ficción, desarrollo personal y suspense.

Sin paños calientes a la hora de tratar temas escabrosos, como la pederastia, las violaciones y los abusos, Marta Martín Girón consigue enganchar con una historia desagradable y cruel que pone al descubierto el lado más oscuro del ser humano. Y hasta la inquietante resolución final del caso, nos toparemos también con la evolución de la relación entre los dos inspectores, que comparten la acuciante necesidad de huir de su pasado.

Atención: es posible que muchos lectores tengan sospechas sobre quién es el asesino desde muy pronto. Pero que no decaiga el ánimo, ya que ello no le resta a la trama ni una pizca de interés. Al contrario, tener localizado al culpable y ver cómo se desenvuelve en el día a día mientras se desarrolla la investigación policial, además de poder adentrarnos en su mente cuando ya nos habla directamente, convierte la lectura en algo adictivo y diferente a otras novelas policiacas en las que hay que esperar hasta un giro final para descubrir al asesino.