El amarillo no existe de Gema Vadillo
por Lara Vesga
No es el amarillo un color de los típicos que la gente elige cuando le preguntan cuál es su favorito, aunque una de mis mejores amigas no estaría de acuerdo con esta opinión. Sin embargo, pese al título de esta novela ilustrada, el amarillo existe y de hecho es el eje de una conspiración que ha plagado Berlín y otros lugares de Alemania de pintadas de este color que predicen el futuro.
Todo comienza como un juego que pudiera ser una simple casualidad, como una predicción de lluvia. Pero pronto se convertirá en algo más macabro, con anuncios de desapariciones de personas que se van cumpliendo uno tras otro.
En mitad de este caos, Aaron lleva una existencia tranquila y rutinaria. Trabaja en una cafetería, queda con sus amigos, trata de superar una reciente ruptura sentimental y hace de padre de su universitaria hermana Tilda, ya que los progenitores de ambos viven en otra ciudad por motivos laborales.
No acaba de creerse del todo lo de las pintadas, pero desde luego le inquietan los vaticinios de desapariciones, así que se propone ser la sombra de su hermana hasta cuando esta sale con sus amigos a la discoteca. Y precisamente allí, durante una noche de fiesta, Aaron verá algo que lo cambiará todo para siempre: un hombre saltando dentro del espejo del baño.
El amarillo no existe es la primera novela ilustrada de Gema Vadillo (Madrid, 1998), ilustradora digital y creadora de contenido en Youtube, Instagram y Twitch.
Tras la publicación en 2019 de Schizein y la ciudad donde ya no sale el sol, Vadillo escribe, dibuja y pinta en su segunda obra una historia desbordante de imaginación e intriga con un ambiente único donde proliferan los viajes a través de espejos, los secuestros, las conspiraciones, unos grupos de elegidos unidos con unos fines extraordinarios y unas discotecas que no solo sirven para bailar.
Merece la pena echarle un vistazo en Youtube al booktrailer del libro creado por la autora, que sirve como aperitivo para comenzar a meterse de lleno en una trama que tiene a Berlín como telón de fondo y que hará que nunca vuelvas a mirarte en un espejo de la misma forma.