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Más allá de los Bridgerton de Gemma Rubio

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por Ana Olivares

Más allá de los Bridgerton de Gemma Rubio

Más allá de los Bridgerton de Gemma Rubio

Un romance de ensueño.

 

¿Quién no ha sucumbido ya a la famosa serie de televisión de Los Bridgerton de Netflix? Todo un fenómeno mediático que impulsó a su vez la determinación de las novelas de época dentro de género romántico como el preferido por los consumidores.

Arrancando con una cita de la mítica obra de Orgullo y Prejuicio de Jane Austen, iniciaremos un recorrido entre la realidad histórica y la ficción de la famosa serie que nos aguarda basada en la saga romántica de Julia Quinn. Toda una mezcla entre las antiguas novelas de época y las nuevas series modernas tipo Gossip Girld -según analiza nuestra autora- donde las aventuras y desventuras amorosas de nuestros protagonistas de alta alcurnia ocupan un lugar destacado entre los cotilleos de la sociedad del momento. Y es que, si algo tienen en común, pese a su distancia en el tiempo este tipo de novelas, es sin duda, la importancia de la reputación. Y por supuesto, donde abundan los amores imposibles e impera el bien en la mayoría de los destinos de sus protagonistas por encima de la realidad acordada, ya que no responden al rigor histórico del momento. Aclarada esta cuestión, nuestra autora nos llevará de paseo por la Regencia: época que ambienta dicha serie centrada en una familia adinerada y que pertenece a la alta clase social de una Inglaterra marcada por el cambio que supuso a nivel social el reinado de la reina Carlota, la clave del llamado “Gran experimento” en la que los títulos nobiliarios dejarían de depender de la raza en esta ficción. Todo un ejercicio de inclusión social bastante moderno en el que un duque, Simón nos robará el corazón, al igual que hará con la inocente y casi perfecta Daphne Bridgerton, la mayor de las mujeres de la familia. Esta temporada fue de cuento de hadas, mientras que la segunda trata de un tira y afloja entre el deber y el amor. Su protagonista, Kate Sharma, orgullosa de sus orígenes, es capaz de enamorar al justo y desmedido Anthony, vizconde y reciente cabeza de esta famosa familia.

De momento no conocemos nuevos romances. Lo que sí sabemos es que quizá siempre nos hizo falta esa idealización del amor romántico con aportaciones frescas, recordándonos que a todos y a todas nos gustan las buenas historias de amor. Y es que este género siempre ha dominado el panorama literario desde el siglo XVIII. A lo largo de la historia, cientos de autoras bajo seudónimos o con nombre propio se han abierto camino cautivando al público con sus creaciones. Reivindicando así la verdadera naturaleza del romance bajo una visión femenina, libre de las normas morales impuestas desde el patriarcado que ha dominado la verdadera historia. Y es que aquí se trata de entretener y no de enseñar.  La guinda del pastel y uno de los puntos más feministas de esta creación la personifica Lady Whistledown, una aficionada reportera adinerada, independiente y totalmente impune bajo dicho seudónimo, que se dedica a develar todos estos secretos o sucesos que acontecen dentro de las fiestas o las reuniones oficiales a las que asiste la alta clase social. Y es que las mejores historias de amor se construyen con guiones romantizados sin miedo, con matices de inclusión y licencias históricas que nos aportan una mirada menos encorsetada de lo que realmente debió de ser el papel de una mujer de alta alcurnia por esta época.

Os presentamos un libro lleno de curiosidades históricas encerradas en la serie que son analizadas y explicadas con esmero. Su lenguaje ameno y directo nos transporta directamente al contexto histórico que nos aguarda mientras hacemos un repaso de los diferentes personajes que aparecen y su importancia. Ayudándose a su vez, de anécdotas y de personajes de interés cultural y hechos verídicos que realmente sí existían en la época de la Regencia, desde sus costumbres, los códigos sociales e incluso el nacimiento de la “prensa rosa”. Todo un catálogo de intenciones que nos conducirá a los ambientes más galantes, solariegos y privilegiados, en los que bailaremos entre la realidad y la ficción de Los Bridgerton.

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