Mi marido de Rumena Bužarovska.
por Vanessa Díez Tarí
Conocer a tu marido en un festival de poesía no te asegura que leerás con agrado sus poemas de por vida. Ni tampoco que soportarás sus arrebatos y enfadados. El hartazgo de los días junto a él pasados los tiempos de arrebato y sin hijos se vuelcan en sus poemas que ya no remueven pasión, si no que tan sólo dan asco. Y que él pretenda hacer creer que jovencitas caen rendidas en los soliloquios de los festivales te parece ridículo. Caída la pátina de aquella juventud no le ves ni talento.
Rumena Bužarovska en Mi marido nos trae once breves relatos sobre parejas al borde del abismo. Mujeres que gritan su dolor ante los demás y que ya no callan los secretos de alcoba. Cápsulas envenenadas y encantadoras. Retazos llenos de verdad. Las relaciones humanas son complejas y cuanto más pretendemos acercarnos al otro más. Todas ellas insatisfechas de su vacía existencia se quejan y lamentan. Tan distintos entre sí los maridos, pero nunca aciertan en saber que necesita su mujer. Y tampoco cuidan la relación con sus hijos.
Un poeta del que su mujer se burla por falta de talento y por pretender encontrar en otras lo que ella no le da. La viuda que con el muerto reciente vuelca veneno a su alrededor. La mujer que dice que su marido tiene una amante y hará todo lo posible por demostrarlo. La mujer que ve cómo su marido trata diferente a los dos hijos y sufre por el más conflictivo. Un ginecólogo que se cree artista y ridiculiza a su mujer al no creer que una mujer pueda ser creativa, pero ella le demuestra lo contrario. Una mujer que tras irse sus hijos de casa vuelve a pintar pero su marido no cree en ella. Una mujer que se acostumbra a que su marido embajador nunca produce ningún cambio de vida más allá del país en el que estén y ella decide buscar emociones. Una mujer con depresión postparto superada por la crianza y es él quien cuida del niño. Una mujer entre su marido y su vecino. Una mujer que va de muerte en muerte y su marido no sabe cómo acercarse a ella. Una mujer que tiene un marido tranquilo y busca una noche diferente.
Muchas de ellas vivirán situaciones rocambolescas que ni imaginaban. La ira, el asco y la culpa remueven las entrañas. Y todo lo visceral explota. Ni los cuernos de ellos o ellas tienen desperdicio. El tedio del hogar hace salir a buscar fuera aquello que no se tiene, pero nunca termina como se espera. El vacío y el abandono producen dolor y la necesidad de ser tocados es a veces más fuerte que la razón, pero quizá no hay vuelta atrás. Me encantaría que la autora continuase estas historias, pues muchas veces te deja con la miel en los labios en el momento álgido. El lector deberá imaginar el desenlace para estas historias que Rumena Bužarovska nos regala. Acercaos a ella y bebed de este néctar que no os importará releer una y otra vez.