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Yeguas exhaustas de Bibiana Collado. 

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por Vanessa Díez Tarí

Yeguas exhaustas de Bibiana Collado Cabrera

Yeguas exhaustas de Bibiana Collado Cabrera

La carencia se arrastra. Las raíces son profundas. Mujeres que lucharon por alimentar las bocas que trajeron al mundo. Se arrastraron de sol a sol por la tierra. Parieron sobre ella, no sólo menstruaron. Nunca descansaron. La lucha por sobrevivir fue feroz. Mártires nunca. Valientes mujeres que entregaron hasta el último aliento. Agachar la cabeza. Comer miedo, pero aún así comer. «Si mala fue la guerra, peor fue la posguerra» como decía mi abuela que fue niña durante la guerra.

Contar las historias de sacrificio de las mujeres a las que debemos la vida es necesario. En Yeguas Exhaustas Bibiana Collado nos habla de herencias familiares con las que cargamos las mujeres. Aún sin darnos cuenta. Educadas por mujeres parcas en gestos de cariño y llenas de silencios. Callaron y trabajaron hasta la extenuación. Y con una lucha constante entre madres e hijas. Esto llevaremos a rastras. Herencia que no traerá relaciones sanas si no maltrato, abuso y poca autoestima. Las nietas «de las de abajo» sufrimos el síndrome de la impostora y sentimos que no estamos a la altura, somos crueles en nuestra propia autocrítica (la autora llega a decir autoodio), dudamos de nosotras mismas y tenemos un paralizante miedo a fracasar. Así se nos pasan los trenes que otros cogen sin pensar. Pensar, repensar y volver a pensar en vez de actuar y poner límites sanos.

Bibiana Collado nos habla del maltrato en la relación de pareja, pero la parte más interesante la reconozco en el maltrato al propio cuerpo que es más profundo. Esa relación insana con nosotras mismas. El mirarnos al espejo y a través del peso odiarnos en vez de reconocer las batallas ganadas por ese cuerpo que nos sostiene. Y como mujeres la lucha perdida contra el tiempo en esta sociedad que nos baja del tio vivo de la juventud demasiado pronto para dejarnos al margen. A nuestra protagonista le atormenta tener alumnas jóvenes. ¿Enemigas ante el sexo opuesto o protegidas al ser víctimas de los mismos? Esta sociedad hipersexualizada es cruel con las mujeres y no da tregua.

Yeguas Exhaustas de Bibiana Collado no es una novela de ficción al uso. A caballo entre la novela y el diario. Más bien he tomado un café con Beatriz y me ha contado sus preocupaciones. Se ha confesado, ha perdido el hilo y ha vuelto a hablarme de aquel ex que tanto daño hizo. La menstruación, el ámbito laboral, la lucha académica, el cuerpo, maternidad o no maternidad, el abuso y el maltrato. Temas femeninos que siguen intrincados en nosotras. Y nuestras madres no nos protegerán de los hombres, aunque nos duela, porque tampoco fueron capaces de protegerse a sí mismas. El lobo se las comía y ellas callaban. Algunas cosas no han cambiado tanto, sólo debemos abrir los ojos. Silencios que continúan.

Al otro lado del espejo me encuentro. Los casetes que mi padre compraba en la gasolinera fueron mi primera memoria musical. Allí encontré a los brincos, los bravos, Marisol, Dúo dinámico, Rocío Durcal, Manolo Escobar… Y el amante de Camela era mi compañero de pupitre en el instituto con el que hice un programa de radio y los ponía una y otra vez. Después está la huella como valencianoparlante en el medio rural. Las huellas nos marcan. Negar el origen es negarnos a nosotros mismos.

 

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