Al Universo no le interesa tu vida de Borja Echeverría
por Rubén J. Olivares
El relato corto está disfrutando de un renovado interés por parte de lector, quizás auspiciado por el poco tiempo libre que la rutina diaria nos impone. La lectura de relatos breves, unas cuantas páginas, facilitan el placer de leer en un breve espacio de tiempo, más o menos el que tardamos en cubrir el trayecto que hay desde nuestra casa hasta el lugar de trabajo. Los cuentos son una especie de Youtube literario: ofrecen historias breves para gente que no puede invertir más tiempo en una novela, pero tampoco desea aparcar la lectura, lo cual en una sociedad dominada por el mundo digital es todo un logro.
El microrrelato ha vuelto a renacer de la mano de uno de los supuestos enemigos de la novela, como es el mundo digital. Si antes de la irrupción de éste publicar novelas cortas o breves no era rentable para una editorial, ahora el ciberespacio permite y fomenta la autopublicación de historias breves, fáciles de leer que no necesariamente cumplan con el desarrollo formal de una novela tradicional y que acaban teniendo un público más amplio de lo que podríamos pensar.
Así que, si como a mí te gustan los relatos breves, disfrutarás con el nuevo libro de Borja Echeverría – sí, tenemos la suerte de poder leer otras obras suyas – “Al Universo no le interesa tu vida”, un libro que desde su título ya nos anuncia lo que podemos esperar del mismo: relatos desenfadados, repletos de ironía y sarcasmo, que juegan con el humor para soltar cargas de profundidad repletas de crítica social y reflexiones maduras envueltas con una capa de alegorías y fantasía, con las que consigue que, por un lado, riamos a carcajadas ante la originalidad de los relatos, la cercanía de las situaciones que se describen a través de sus alegorías y, por otro, quedemos enganchados a sus páginas por las propuestas de mordaz crítica social que nos plantea. Aunque breves, estos relatos nos obligan a seguir reflexionado sobre lo leído una vez los hemos acabado, pues no están exentos de fuertes alusiones sobre nuestros estilos de vida personales y, en general, sobre la sociedad en la que vivimos y que, cada día, parece caminar más hacia una distopía. Así que no está mal que nos tomemos todo con un poco de humor, sobre todo si lo aliñamos con toques de sátira y algún tropezón de cinismo.
En los 17 relatos que componen “Al Universo no le interesa tu vida” tenemos temas donde elegir: desde la crítica a las actitudes individuales – ese narcisismo egocéntrico que domina las redes sociales-, la hipocondría que la pandemia despertó en miles de personas, el vértigo que nos genera darnos cuenta de que nos hacemos mayores e irremediablemente nos convertimos en “señor o señora” hasta la crítica a la idea del superhéroe que debe salvarnos del mal – encarnado a veces en esa persona que nos espera tras una aplicación de citas y que nos liberará del yugo de la soledad -; los temas que Echeverría nos propone en sus relatos se nos plantean siempre de forma alegórica, a través de irónicas metáforas que encajan perfectamente con la estructura narrativa de cada relato. El autor nos propone participar en un juego literario en el que el verdadero relato queda oculto por un metarrelato que envuelve, cual matrioshkas narrativas, el mensaje que se nos desea transmitir. Sus historias mutan en modernas fábulas, cuentos breves que encierran enseñanzas con una fuerte crítica social y una mordaz e irónica mirada sobre el mundo moderno en el que vivimos, entrelazadas con relatos de fantasía, mundos apocalípticos, históricos y románticos.
Un conjunto de relatos basados en nuestra vida cotidiana con una marcada personalidad y una mirada irónica y sarcástica que impacta profundamente en los lectores, creando lecturas que, pese a la brevedad de las mismas, generan un enorme impacto en el lector que queda atrapado por su particular humor y de las que nadie sale indemne, pues todos acaban encontrando un relato que los atrapa y que les arranca más de una carcajada, logrando evadirse de la realidad que nos abruma.
Toda una declaración de intenciones por parte del Echevarría y un aviso para lectores, que harían bien en seguir a este autor.