El tiempo de la promesa de Marina Garcés
por Lara Vesga
“Si nos duele el futuro es porque nos aferramos al vago recuerdo de una promesa incumplida”. La filósofa y ensayista Marina Garcés (Barcelona, 1973) reflexiona sobre el escaso valor que tienen las promesas a día de hoy a la hora de vincularnos con los demás en las esferas social, laboral, política e incluso amorosa en su ensayo El tiempo de la promesa.
Ofreciendo las claves históricas, filosóficas y literarias del poder de la promesa y analizando su actual fragilidad en un contexto social en el que pensar en el futuro aterra y obsesiona a partes iguales, Garcés nos dice que prometer puede ser una forma de rebelión que introduzca la batalla por el valor de la palabra en un presente incierto y en un futuro amenazado.
En su breve pero incisivo ensayo, la pensadora catalana habla de la tiranía del “no te puedo prometer nada”, que achaca entre otras causas al aislamiento individual, al cortoplacismo de las sociedades actuales y a la percepción generalizada de abismo o amenaza constante en los diferentes ámbitos de la vida, algo que nos hace huir de las promesas, que implican una voluntad sostenida en el tiempo. Pero ese “no te puedo prometer nada” oculta también, para la autora, el cinismo y la indiferencia que caracterizan las relaciones sociales de nuestro tiempo.
“Hacer una promesa y mantenerla implica continuar queriendo lo que una vez se quiso. Pone en relación, por lo menos, tres elementos: una voluntad que se percibe a sí misma como libre, una memoria de esta voluntad como propia y un futuro que se considera disponible”, apunta Garcés en un párrafo de El tiempo de la promesa, quien también habla de unas de las principales amenazas actuales de la promesa: el ansia de predicción.
La ensayista argumenta que los avances tecnológicos, especialmente la inteligencia artificial, ofrecen la posibilidad de predecirlo todo a través de datos, parámetros y algoritmos. Y ante la incertidumbre que nos amenaza, respondemos con predicción y no con promesas, ya que teóricamente nos ofrece más expectativas de seguridad. Pero la autora se pregunta para quién trabaja realmente la inteligencia artificial, que día a día comprobamos que no solo predice, sino que puede alterar la realidad…
Es El tiempo de la promesa un interesantísimo librito que hace reflexionar sobre el valor de las promesas en unas sociedades, las nuestras, cuyos grandes pilares como el Estado, el sistema capitalista o la religión han fracasado estrepitosamente a la hora de cumplir las suyas.