En la boca del lobo de Elvira Lindo
por Gemma Juan
Leer a Elvira Lindo es volver a la niñez, conectar con la infancia, pero no porque la protagonista sea una niña (que lo es) sino por los recuerdos que me trae de la mía, de tantas horas leyendo a Manolito Gafotas. La descripción de los personajes de Elvira es “Marca Elvira”. Solo ella sabe describir con esa precisión, esa ternura y esa sensibilidad exquisita a cada uno de sus personajes.
Elvira Lindo consigue que las escenas se vean. Cuenta con tanto detalle las vivencias y los recuerdos de sus personajes, que basta con cerrar los ojos para imaginar la escena.
Elvira Lindo ha conseguido consagrarse como una de las mejores escritoras actuales. «En la boca del lobo» es una novela dolorosa pero esperanzada. Con once años, Julieta llega junto a su madre Guillermina para pasar el verano en La Sabina, una aldea perdida en la que acaban de heredar una casa tras fallecer un tío materno. Allí se crio Guillermina de pequeña, hasta que se quedó embarazada a los quince años.
Lo que no sabe Julieta es que será un verano de muchos descubrimientos, entre ellos, saber que todos tienen sus propios secretos, que no es ella la única que los tiene, y que sus pesadillas, tal vez puedan tener solución.
Julieta ha tenido que madurar a pasos agigantados, con una madre muy joven a quien la maternidad le ha venido de sopetón y le ha quedado demasiado grande. En esa aldea, los recuerdos saltan del pasado al presente, las conversaciones con los lugareños añaden un toque rural, con leyendas que imprimen un ambiente místico, los diálogos internos irán desvelando la experiencia de vida de una casi adolescente que se enfrenta a una madurez a la que teme por sentirse sola ante un peligro inminente del que no sabe cómo escapar.
Al llegar el mes de septiembre, Julieta no quiere volver a la ciudad, no quiere volver al colegio, sabe que va a repetir y aun así es incapaz de hacer lo que le han mandado para no quedarse más atrasada en el nivel educativo. Julieta no se centra en nada. Su verano en La Sabina consiste en pasear por el pueblo, hablar con las mujeres de allí, jugar con Virtuditas y, sobre todo, aprender de Emma, alguien que conseguirá abrir los ojos de la pequeña Julieta. Y es que gracias a ella, Julieta siente una conexión con la naturaleza y siente una relación franca, consecuente, lejos de la falsedad dolorosa, terrorífica que está viviendo en su casa de la ciudad. Julieta le pide a Guillermina que se queden allí, pero ésta tiene otros planes.
“Parte de la vida se nos pasa imaginando el futuro, para alimentar ilusiones, y otra parte recordando el pasado, para nutrir la nostalgia”
En definitiva, estamos ante dos hechos horrendos que vertebran la trama narrativa de esta novela. Elvira Lindo ha conseguido tejer una historia desasosegante alrededor de ambas, desafiando al lector mediante cambios continuos de narradora y jugando con los tiempos narrativos. Sin ninguna duda, se trata de un libro duro, como lo es la vida en ocasiones, escrito con absoluto mimo y cariño por el pasado y lo que desaparece con el paso del tiempo.
La novela está contada con una delicada sensibilidad que consigue encoger el corazón del lector. Trata temas como la maternidad precoz, los prejuicios, la confianza, la culpa o la soledad. En la Boca del Lobo es ante todo una novela de sentimientos, llena de momentos emotivos y muy duros, una lectura redonda que permite poner en valor esos sentimientos y emociones, consiguiendo que cobren vida propia. Y es que, esta novela es uno de esos libros que cuando lo terminas, te quedas un ratito mirando la nada y pensando en el tremendo viaje por que te ha llevado. Gracias por tanto, Elvira. Qué bonito es leerte a cualquier edad.