La Babilonia, 1580 de Susana Martín Gijón
por Javier Velasco
‘Enjambres de moscardones sobrevuelan los cuerpos en un auténtico festín. Me viene otra arcada, pienso en retroceder. Pero no lo hago. Quiero ver con mis propios ojos aquello de lo que somos capaces’
Las duras circunstancias de la vida de mediados del siglo XVI vuelven a unir a Damiana y Sor Catalina, dos mujeres que, tras pasar juntas calamidades y vicisitudes durante su niñez, vieron como sus caminos se separaban con el fin de poder sobrevivir a unas pésimas condiciones de la mejor manera posible: una dentro del mundo de la prostitución y la otra dentro de la religión. Una en ‘La Babilonia’, el prostíbulo más cotizado de ‘La Mancebía’, y otra en el convento de las carmelitas descalzas. Dos mundos antagónicos, complejos y machistas que dejan ver sus entresijos y dificultades para la población femenina de la época.
Tras la aparición de una joven asesinada en la proa de ‘La Soberbia’, el buque de guerra que abre La Flota de Indias de Su Majestad, ambas tendrán que aliarse para descubrir qué ha pasado y quién ha sido la persona que ha cometido tan atroz homicidio.
Al descubrir que el cuerpo sin vida corresponde a una de sus compañeras, lo que el destino tiene preparado para Sor Catalina, y ver cómo su secreto está más susceptible que nunca de que vea la luz y, por consiguiente, sopesar los inconvenientes que esto supondría, a Damiana no le queda otra opción más que iniciar el viaje a tierras lejanas en uno de los buques en búsqueda de respuestas y, sobre todo a fin de salvaguardar ese secreto que con tanto ahínco oculta.
Un viaje nada pacífico y atormentado que la marcará de por vida. Una travesía en la que, de manera tan explícita como rotunda, se nos muestran las durísimas condiciones que soportaban estos navegantes que se aventuraban a cruzar los mares.
Una historia de orígenes, raíces y lealtad. De lucha por guardar y conservar lo que más quieres. Y es que ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para proteger a las personas más importantes de nuestras vidas? ¿Somos más fuertes y leales de lo que pensamos que podríamos llegar a ser? ¿Cuánto nos marcan nuestras raíces en el devenir de la vida?
Uno de los puntos fuertes a destacar sin duda de la novela y que para mí han hecho que sea un lujo leerla, además de todo lo comentado, es la ambientación: recreada una Sevilla de la época de una manera magistral, colosal y exquisita, Susana Martín muestra su versatilidad y deja ver toda la labor de investigación que ha realizado para escribir una novela a la altura de ‘La Babilonia, 1580’.
Nos ha hecho andar por las calles de la Sevilla de finales del siglo XVI, sufrir con las condiciones de vida de los navegantes a bordo del buque, retorcernos de dolor y frustración con los resquicios y sinsentidos de la Inquisición y admirar la valentía de una mujer dispuesta a cualquier cosa por conseguir su objetivo.
He de reconocer que es la primera obra que leo de esta gran autora, y me ha encantado la manera de escribir que tiene: un lenguaje magistral acompañado de un cariño colosal a la hora de hacer unas descripciones que me parecen sublimes. Da tremendo gusto cuando una escritora disfruta escribiendo, algo que se nota mucho y que traspasa las páginas.
Personajes con carisma, altamente definidos y atrayentes; desde los ficticios hasta los que existieron realmente ya que, como nos dice Susana al finalizar la obra, varios de los personajes parten de su imaginario y otros están basados en aquellos que sí que existieron.
Lo que tengo claro es que, tras descubrir la pluma y el estilo de la sevillana Susana Martín en ‘La Babilonia, 1580’ y, sobre todo, las buenísimas críticas y el éxito cosechado con la trilogía protagonizada por Camino Vargas (‘Progenie’, ‘Especie’ y ‘Planeta’) de la mano de la editorial Alfaguara, estoy deseando ponerme manos a la obra y adentrarme en toda su obra anterior, comenzando con ‘Progenie’, que la llevó a ser finalista de los premios Valencia Negra y ‘Paco Camarasa’ y cuya producción audiovisual ya está en marcha.
Inquisición, fanatismo y poder. Una parte de la historia tan bien recreada como dura. Toda una apuesta bastante arriesgada por parte de Susana ya que, después de lanzar sus últimas obras bajo el género de novela negra, da el salto a la novela histórica, ¡Y qué gran salto! Hay que reconocer su valentía y su apuesta.
Desde que inicias la novela no puedes parar de leer, y el hecho de que además esté estructurada en capítulos muy cortos ayuda a llevar un ritmo súper acelerado. Literalmente me lo fundí en 5 días.
Aunque el final no está del todo cerrado, estoy esperando como agua de mayo noticias nuevas.
‘El inquisidor comienza a mostrar síntomas de impaciencia. No tenía ninguna intención de pasarse así la noche, él ya no está para noches en blanco. La humedad de esa cámara se le cala en los huesos desgastados y le molestan las articulaciones’