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La conformista de Alba Dedeu

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por Lara Vesga

La conformista de Alba Dedeu

La conformista de Alba Dedeu

Retrato de una mujer normal y corriente

 

A Eva la férrea rutina le está comenzando a pasar factura y últimamente se pregunta a menudo si su vida podría haber sido diferente. “Estar bien está bien cuando no has pensado que podrías estar mejor, que quizá te has conformado demasiado pronto y con demasiado poco”, reflexiona la protagonista.

Trabaja con su marido vendiendo pollos asados, cuyo hedor la persigue por más que se duche, se perfume y ponga lavadoras a diario. Tendrán tres hijas y las únicas vacaciones que se pueden permitir al año consisten en una semana de agosto en el apartamento de su suegra.

Un día, al acompañar a su hija mayor a la catequesis, Eva conoce a Eudald, un tipo con una vida sofisticada cuya ventajosa situación económica es evidente y cuyo día a día está en las antípodas de la vida de la protagonista. Y este encuentro fortuito termina por abrir una grieta que ya hacía tiempo que se estaba formando en la vida de Eva y por la que empieza a aflorar un imparable torrente de dudas, incertidumbre y malestar que se canalizan en una sola pregunta: ¿He escogido el camino correcto? Y entonces lo que antes le gustaba a Eva ahora le molesta. Y de repente le asquea que su marido utilice las chanclas de la piscina en casa. “Se le veían los dedos de los pies velludos y pálidos, tenía la manía exasperante de sacarlos más allá del borde de las chanclas, como espárragos que sobresalen de la lata…” Y las cenas con sus hijas ya no son escenas idílicas “porque se habla todos los días de las mismas cosas, con el ruido de la tele de fondo, el pan de la víspera ya no está tierno y se comen croquetas por tercera vez consecutiva”.

Alba Dedeu (Granollers, 1984) debuta en la novela con «La conformista», una novela de personaje que mediante el monólogo interior de su protagonista Eva y en poco más de cien páginas despliega todos los sinsabores y altibajos del día a día y el profundo desasosiego que puede provocar la duda latente de no saber si habremos elegido bien la vida que estamos viviendo.

Dividida en seis partes que corresponden a seis momentos vitales de Eva y con el desencanto como hilo conductor, La conformista disecciona con brillante precisión la cotidianeidad y esa angustia de baja intensidad que por unos motivos u otros nos envuelve a todos en nuestra rutina diaria.

Pero cuidado con lo que deseas, que puede cumplirse. Y algo ocurre que cambia todo, justo cuando ya parecía que no era necesario. “Aquí estaba, ahora que ya no la quería, la vida extraordinaria”, dice la protagonista. Y es que puede que, al fin y al cabo, sea cierto ese refrán que dice que más vale malo conocido que bueno por conocer. O puede que, simplemente, lo conocido no sea tan malo como a veces la rutina puede hacernos creer.

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