Natalia Litvinova gana el Premio Lumen de novela con una obra personal con el desastre de Chernóbil y el exilio como telón de fondo.
por Elena Cruzado
Este 4 de junio se ha celebrado en el auditorio de la Fundación Ortega Marañón de Madrid el fallo de la segunda edición del Premio Lumen de novela, que ha recaído en la escritora bielorrusa afincada en Argentina Natalia Litvinova con su obra «Luciérnaga». Con esta novela, que habla de la guerra, del exilio y de los recuerdos de una infancia marcada por la tragedia de Chernóbil, ocurrida unos meses antes del nacimiento de la autora.
«Luciérnaga» es una novela de carácter autobiográfico que nace de la necesidad de dar voz a una generación marcada por el sufrimiento y representada por la madre y los abuelos de la autora, como ella misma ha confesado.
La segunda edición del Premio Lumen ha recibido un total de 549 manuscritos procedentes de Argentina (117), Colombia (22), Chile (18), España (326), Estados Unidos (17), México (42), Perú (2) y Uruguay (5) y tiene una dotación de 30.000 euros.
La obra de Litvinova ha sido elegida por unanimidad por un jurado formado por Ángeles González-Sinde, Luna Miguel y Clara Obligado, la directora de la librería Rafael Alberti (Madrid), Lola Larumbe, y la directora literaria de Lumen, María Fasce.
«Se trata de una voz deslumbrante y conmovedora, con la difícil cualidad de la sencillez. En la tradición de la mejor literatura rusa, pasa del realismo a lo mítico con naturalidad y sabe recurrir al humor y la ironía para narrar una historia que todavía no habíamos leído», ha señalado el jurado.
Cada una de las integrantes del jurado ha coincidido en la capacidad de Litvinova de hablar de temas oscuros desde la ternura y la belleza. «¿Cómo es posible que la toxicidad radioactiva se convierta en magia?» ha preguntado la poeta Luna de Miguel a un auditorio impaciente por tener la novela en sus manos.
Aún con la emoción en la garganta, la escritora ha confesado que «su alma aún está viajando en la noticia del premio» y que apenas ha conseguido pegar ojo desde que la avisaron. Y es que el manuscrito aún le quema en las manos, ya que terminó de escribirlo apenas unas horas antes de enviarlo al concurso, aunque la idea le rondaba desde hacía años.
Conectada desde Argentina por videoconferencia, Natalia nos ha hablado de su madre y de los cuadernos que ésta escribió por petición de su hija para que no se perdieran sus recuerdos.
«Luciérnaga» parte de una vuelta a casa. A los 36 años, tras romper con su pareja, Natalia regresa a casa de su madre, en Buenos Aires, y así emprende un viaje hacia un pasado entre dos mundos: el de su país de origen, Bielorrusia, y el del país de acogida, Argentina, adonde la familia de Natalia emigró en 1996 en busca de un futuro mejor.