Nexus de Yuval Noah Harari por Soraya Pérez
por Soraya Pérez
Es escuchar el nombre de Y.Noah Harari y el mundo empieza a temblar. Y es que este escritor e investigador de la Universidad de Cambridge nunca deja títere con cabeza cuando se trata de analizar concienzudamente no solo el pasado de la humanidad, sino el presente y un futuro cercano. Dejó clara su capacidad de análisis exhaustiva en 2014 con “Sapiens. De animales a dioses” y lo volvió a repetir en 2016 y 2018 con “Homo Deus. Breve historia del mañana”, y “21 lecciones para el siglo XXI” respectivamente.
Esta vez con “Nexus” no se ha quedado atrás y en él encontraremos una amplia, racional y siempre contrastada reflexión sobre el flujo de la información, y cómo ésta ha manejado el mundo prácticamente a su antojo.
Desde el papel que ha jugado la información recogida en tablas de piedra, pasando al importante hito que supuso para el mundo, y la cultura contemporánea, la invención, y posterior utilización casi en masa, de la imprenta, hasta llegar al uso, negligente o no, que hacen las grandes empresas de información de los algoritmos. Éstos tan perfectamente programados códigos no solo manejan a su antojo el flujo de información sino que además son capaces de crear realidades que, a priori y sin esta nueva inteligencia artificial, no se podrían haber logrado.
Gracias a “Nexus” el lector no sólo conocerá cuál ha sido la evolución de los medios de transmisión de la información a lo largo de los siglos, sino que descubrirá cómo algo, que aparentemente es inocuo, puede provocar batallas campales, y además de manera literal, por culpa, o gracias a, un entramado perfecto de algoritmos e inteligencia artificial que cada día es menos artificial y más inteligente.
Y es que, como dice Y.N.Harari casi al inicio de su trabajo haciendo referencia al poema de Goethe “Aprendiz de brujo”, convertido a película Disney bajo el nombre de “Fantasía”, es importante que el ser humano tenga cuidado con hacer un uso excesivo de aquello que no puede controlar. ¿Será acaso la IA la cosificación de esos ocultos deseos del ser humano de crear vida “inteligente” a nuestro antojo? ¿Se ha convertido la IA en un peor remedio que la propia enfermedad?