Octubre 1934 (VV.AA, edición a cargo de Jesús Jiménez Zaera)
por Rubén J. Olivares
Coincidiendo con el 90 aniversario de la Revolución de Octubre de 1934, la editorial Desperta Ferro, de la mano de 13 autores bajo la dirección de Jesús Jiménez Zaera publican este ensayo colectivo sobre las causas y motivos de aquella revolución que, sin ser causa directa de la Guerra Civil de 1936, contribuyó a poner de relieve la inestabilidad del gobierno de la II República y su incapacidad para mantener el sistema liberal y democrático de la misma. La Revolución de octubre de 1934 no fue la primera insurrección armada contra la II República, pues antes habían estallado sendas revueltas promovidas por los anarquistas en 1932 y 1933, además de un golpe militar promovido por el general Sanjurjo. La importancia que esta revuelta tuvo en el desarrollo de la II República radica en la virulencia de la misma y el alcance de ésta, amenazando sustancialmente la estabilidad del sistema democrático republicano, que desde su nacimiento luchaba por establecerse como un sistema duradero.
Entre el 4 y el 5 de octubre se materializa la amenaza de huelga general que el PSOE había estado anunciando, dando lugar a una de las huelgas generales más largas que se han vivido en España. El paro fue absoluto, como casi absoluta era la influencia que el PSOE y la UGT mantenían sobre las principales asociaciones de trabajadores que en las principales ciudades secundaron la huelga. El bloqueo productivo de la industria llegó a tal nivel que el gobierno tuvo que movilizar a los militares para que se involucraran en tareas de producción de alimentos básicos para asegurar el abastecimiento de la población, así como de la conducción de los medios de transporte públicos para evitar una revuelta mayor. A lo largo de la revuelta, la cual se había ido gestando durante semanas anteriores al estallido de la misma por parte del PSOE y UGT, quienes se aprovisionaron de material para la insurrección, los insurrectos atacaron los principales puntos de defensa y control del orden del gobierno así como el domicilio del presidente del Consejo de Ministros Alejandro Lerroux, además de otros puntos clave.
A pesar de la organización de la insurrección y la virulencia de la misma, ésta acabó fracasando por varios motivos, como se explica en octubre 1934: el número de milicianos y su equipamiento resultaba escaso para lograr los objetivos de la insurrección, el éxito se centró en la movilización indefinida y no contó en ningún momento con el apoyo de las fuerzas de seguridad del Estado. No obstante, cabe destacar que la insurrección alcanzó una especial virulencia en algunos puntos de España, como fue Asturias que vivió una auténtica revolución social, Cataluña, donde Lluis Companys proclamó la República Catalana y en Madrid, que vivió uno de los enfrentamientos armados entre los insurrectos y las fuerzas de seguridad del Estado más cruento.
No obstante, una mirada en profundidad de los hechos ocurridos nos revela que esta insurrección fue mucho más compleja de lo que el imaginario popular nos ha transmitido. Este es uno de los objetivos que logra “Octubre 1934”, un volumen colectivo en el que, bajo la dirección de Jesús Jiménez Zaera, 13 historiadores , expertos en la materia y la época, desgranan con detalle los prolegómenos, el desarrollo y el desenlace de una revolución social fallida que perseguía instaurar un régimen revolucionario socialista y adelantarse a los movimientos fascistas que se estaban gestando en Europa y acabó, paradójicamente, minando a una incipiente democracia que trataba de asentarse como tal, pese a la resistencia de los monárquicos y resto de partidos conservadores de la época. Un ensayo de síntesis y divulgación sobre la historia de España que trata de poner luz sobre una de las etapas más convulsas de la historia reciente de España, que pese a su carácter didáctico y divulgativo, recoge de forma detallada y con ahínco la complejidad de voces de los diferentes actores que la vivieron para dar forma a un caleidoscopio que desde diferentes puntos de vista, pero siempre bajo la óptica de la rigurosidad y minuciosidad de la labor de los historiadores, nos explica aquellos acontecimientos.
“Octubre 1934” nos ofrece un ensayo que el público no especializado aficionado al ensayo o simplemente interesado en la historia de España podrá disfrutar sin problemas, al mismo tiempo que, dada las detalladas referencias y la documentación que aporta el mismo, convierten a la obra en un referente para los investigadores y estudiantes de historia que deseen ampliar sus conocimientos sobre este periodo. Para ello, el libro incluye un apéndice dedicado a la historiografía, las interpretaciones de los sucesos ocurridos y los mitos que en torno a ellos se crearon.
Este ensayo trata de derribar las ideas preconcebidas sobre aquellos acontecimientos que, debido a la polarización política bajo la que vivimos, simplifican los hechos ocurridos desde dos perspectivas contrapuestas y totalmente interesadas: una insurrección social que pretendía tomar forma de revolución social encaminada a erradicar el caciquismo y los abusos patronales o bien un evento de barbarie revolucionaria que buscaba subvertir el orden establecido y derrocar el gobierno para instaurar una dictadura comunista. Pues bien, tras leer “Octubre 1934” el lector tendrá la sensación de que la Historia no siempre se amolda a nuestros intereses e ideologías políticas y que, realmente, en aquellos hechos hubo un germen de revolución social que pudo derivar en acciones violentas, pero que la realidad de lo acontecido es mucho más compleja y se halla atravesada por múltiples variables que condicionan la interpretación de aquel octubre de 1934.