The Rise and Fall of Hildegart, nuevo EP de Ruta 69
por Sandro Macia
Una nueva incursión tintada de regresiva experiencia. Una feliz vuelta a las andadas -para ellos, pero más aún para los que les hemos seguido la pista- sin rehuir del camino recorrido. Un retorno que nos llega en forma de novedad y que, pese a lo incongruente de la afirmación, trasciende a toda descripción que se pueda hacer, salvo que uno vaya al grano y deje la retórica a un lado para anunciar -con todo lo anterior como valor intrínseco a lo que inspira lo que hoy presentamos- que: ¡llega The Rise and Fall of Hildegart, el nuevo disco de Ruta 69!
¿Entienden ahora lo del retorno nuevo? Normal, pues tenemos ante nosotros un disco que llega rezumando esa energía que ha caracterizado durante toda su trayectoria a esta banda, a este grupazo que tantos buenos ratos nos ha hecho pasar sobre los escenarios brindándonos “un espectáculo musical que recorre los mejores años del pop/rock, tanto nacional como internacional” con “una puesta en escena que recuerda a los grandes de todos los tiempos” y unos repertorios de versiones que incluían temazos que iban desde The Beatles hasta Elvis Presley -pasando por Los Bravos, Los Brincos, etc.-«.
Una energía que se contagia desde la primera canción de este trabajo -empezamos fuerte con la premonitoria Hildegart’s Theme- y que no sólo no ha caído en el olvido durante el break previo a la publicación del disco, sino que ejerce de punto de conexión entre la añoranza que suscita el recuerdo de aquellas versiones a las que nos tenían acostumbrados y el subidón que nos da el disfrutar de su talento con doble propiedad: la que les confiere la valentía de la independencia creativa y la que les otorga la generosidad de compartir temas propios con el mundo.
Punto clave, sí. Buen hilo conductor entre el ayer y el hoy que nos sitúa frente a un tracklist de cuatro temas nacidos, igual que su sonido, “de la pasión por lo auténtico” y de la inspiración en bandas “que marcaron la época dorada del rock, pero con nuestra propia visión y energía actual”. De ahí esas mezclas, esos ritmos, esos aparentes giros que nos van llegando cuando, tras el creciente ambiente de la primera canción, irrumpe la intro de In My Nest -primero rasgada, luego bien “riffeada” y finalmente compacta con la inclusión de las voces-, el misterioso inicio de Twilight Zone -inmejorable título para este hit, que se hace grande tras una batería que anuncia que empieza lo bueno- o el carismático toque de esa Groundhog Day, clásico en su forma pero característico en su fondo, contagioso de principio a fin y evocador de reminiscencias.
Y es que, aunque cuatro temas puedan dar la impresión de que el camino a recorrer es corto, si de itinerarios hablamos, ya les digo yo que lo adictivo de cada parada en este “road trip” nos hará querer dar vueltas y más vueltas, hasta quedarnos sin gasolina, entre los paisajes de Ruta 69.