Eres sangre de mi sangre de Ruth Lillegraven
por Javier Velasco Martín
‘Ya no me siento mareada y sin energía, solo preparada, lista para la pesada responsabilidad que descansa sobre mis hombros. La que fui ya no existe. Ahora soy solamente Clara Lofthus, ministra de Justicia’
La vida de Clara transcurre apaciblemente junto con sus gemelos, Andreas y Nikolai, justo después de que su marido falleciera recientemente en extrañas circunstancias. Pero todo da un giro bruscamente cuando es nombrada ministra de Justicia de Noruega: nuevo cargo, nuevas responsabilidades y más compromisos que cumplir, lo que le impide en cierta medida dedicar tiempo necesario a sus ‘descuidados’ hijos.
Alejada de su padre Leif, que vive en una casa a kilómetros de ella, y con su madre Agnes ingresada en un centro psiquiátrico a raíz del traumático accidente que tuvieron hace años Clara y la nueva pareja de su madre, del que salió como resultado el fallecimiento de éste, Clara no cuenta con muchas personas que puedan ayudarla en el día a día con sus hijos, siendo sobre todo Axel, el que era mejor amigo de su ya difunto marido, y su suegra quienes le echan una mano.
Tras su nombramiento como ministra y pasar a estar un poco más aún en el punto de mira, Clara no acepta la seguridad policial que le brindan desde el Ministerio a fin de hacerse cargo de la vigilancia de los hijos y velar por su más completa seguridad. Como consecuencia de ello, la vida de Clara se tuerce cuando, tras una semana bastante intensa de trabajo, llega un viernes a casa y descubre que los gemelos han desaparecido. En casa únicamente hay una nota anónima con una serie de condiciones y amenazas que la obligan a permanecer callada y no contar nada a nadie.
Es entonces cuando comienza su pesadilla, que vivirá mano a mano con Stian, su nuevo chófer privado, quien se convertirá en un aliado imprescindible para ella.
A medida que vas avanzando en la historia, descubres que son no pocas las personas del entorno de Clara las que tendrían suficientes motivos para querer hacerle daño: Sabiya, la ex amante de su marido, que está a punto de salir de la cárcel a la que entró por culpa de Clara; Halvor, periodista al que, sin saberlo, Clara jodió la vida muchos años atrás y que podría tener mucha sed de venganza; Axel, el mejor amigo de su marido, quien la ayuda con los hijos y que estaría dispuesto a hacer cualquier cosa por tenerla en su vida; Munch, su antecesor en el cargo, una señor con el que no tuvo buena sintonía; Agnes, su madre, a punto de salir del centro en el que estaba, a la que Clara no ha visitado ni cuidado mucho…
Durante la lectura pasas por momentos de incertidumbre máxima; momentos en que te decantas por una persona en concreto pero que descartas acto seguido para poner el foco en otra totalmente distinta.
Para mí, esta maestría de hacernos creer una cosa y al momento hacernos creer otra es un ‘must’ que debe tener este tipo de este género, ya que es súper imprescindible que te mantengan en tensión y te hagan partícipe de la historia al completo.
A pesar de que la trama pueda resultar compleja, la autora nos desvela de una manera clara y ordenada todo el parentesco, usando a Clara como principal narradora de la historia, pero, a su vez, teniendo a otros narradores secundarios que nos van dando otros puntos de vista necesarios para comprender la historia en su totalidad: su padre, Sabiya, Axel, los gemelos, su chófer, el periodista Halvor…
He de decir que el personaje de Clara me produce miles de sentimientos encontrados y que, tras ir avanzando en la lectura, se iban definiendo claramente: pena, rabia, desconcierto, tristeza, empatía…
Para mí, son muchísimos los puntos a favor que tiene esta novela y por lo que me ha encantado sobremanera: su estructura, el hilo de los acontecimientos, la forma de narrar de la autora, los capítulos no tan largos y el enganche con el que te deja al acabarlo, haciendo que quieras avanzar inmediatamente con la historia y que no puedas parar de leer. Por no hablar de la elección de la ambientación de la novela: desde Oslo hasta los fiordos, dándole a la trama un ambiente un poco más siniestro, oscuro y de tensión.
Tras conseguir un éxito arrollador con su primera novela ‘En el fiordo profundo’, que le ha llevado a tener muchas ventas internacionales y la adquisición de los derechos cinematográficos, la noruega Ruth Lillegraven regresa con ‘Eres sangre de mi sangre’ una segunda novela protagonizada por Clara Lofthus que, desde luego, no deja indiferente a nadie.
Sin intención de hacer spoiler, tengo que decir que el final me impactó bastante. SI bien he de confesar que siempre que comienzo un libro de este género intento hacerlo sin expectativa alguna, con la mente reseteada e intentando evitar comparación alguna con otros libros, lo que me permite dejarme llevar y cogerlo con más ganas. Un giro en los acontecimientos que, personalmente, jamás me hubiera imaginado y me ha gustado mucho.
¡Ojalá que haya más partes y seguir tirando del hilo de la vida de Clara y lo que la rodea!
‘¿Y si los están maltratando? ¿Si abusan de ellos? ¿Es posible que todo aquello a lo que he dedicado mi vida profesional para evitar que no le ocurra a otros niños ahora les esté ocurriendo a mis propios hijos por una negligencia mía?’