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La bruja del oeste ha muerto de Kaho Nashiki

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por Rubén J. Olivares

La bruja del oeste ha muerto de Kaho Nashiki

La bruja del oeste ha muerto de Kaho Nashiki

Existe una relación especial entre nietos y abuelos que sólo ambas partes pueden entender. Entre ambos se entrelazan experiencias de complicidad, secretos y aventuras que, aun cuando dejamos de ser nietos y nos convertimos en adultos y aunque ya no nos acompañen nuestros abuelos, perdura en nuestra memoria.

Todos hemos sido nietos alguna vez y evocamos los recuerdos de nuestra infancia junto a nuestros abuelos. Algunos más severos, otros más tolerantes, otros más traviesos que los propios nietos, pero todos amorosos y cómplices de las aventuras vivieron juntos y de los recuerdos que se forjaron en ese mundo en el que todo nos parece posible y repleto de magia que es la infancia.

Kaho Nashiki nos ofrece en “La bruja del oeste ha muerto” una preciosa historia de amor entre una abuela de origen inglés y su nieta japonesa, merecedora de los premios AWC New Talent Award, Shogakukan Children’s Publication Culture Award y Niimi Nankichi Children’s Literature Award, como mejor novela infantil.

El mundo de Mai nunca volverá a ser el mismo tras aquel verano en el que conoció a su abuela. Poco después de ingresar en la escuela secundaria, Mai, una joven estudiante de 13 años, se muestra reacia a seguir con sus clases, por lo que su madre decide enviarla durante un mes con su abuela, una mujer de origen inglés a la que su familia apoda como “la bruja del oeste” por su origen occidental (un guiño literario al Mago de Oz) para que pase parte del verano con ella en el campo y vuelva a sus obligaciones con energías renovadas. Esta visita pronto cambiará la vida de la joven Mai, quién irá entablando una bella amistad y una estrecha relación de amor y cariño hacia su abuela materna, la cual le irá instruyendo en las artes de la brujería que su abuela domina, enseñándole poderes que permanecen latentes en Mai y que debe aprender a dominar. Contrariamente a lo que podamos imaginar, la clave para ser una gran bruja no se basa en misteriosos hechizos o en arcanas y secretas recetas de pócimas mágicas, sino en ser capaz de decidir las cosas por uno mismo, en la independencia y autoestima que junto a su abuela Mai irá aprendiendo a cuidar, forjando el carácter de ésta. En esta historia encontraremos alegría, esperanza y por supuesto felicidad, mucha felicidad, pues en una relación tan especial como la de Mai y su abuela sólo cabe la felicidad.

“La bruja del oeste ha muerto” se centra, principalmente, en la relación entre Mai, una niña educada en la cultura japonesa y su abuela inglesa, lo que dota a la historia de momentos cómicos ante el choque cultural que ambos modos de entender el mundo generan, pues cada una de ellas espera de la otra un comportamiento que juzga normal pero que choca cuando se enfrentan entre sí (la abuela preparará a la nieta desayunos típicamente ingleses e insistirá en hablarle en inglés, pese a estar en mitad del campo japonés). La novela es ante todo es un canto al amor entre nietos y abuelos a través de una narrativa emocional y con toques innovadores dentro de la literatura japonesa del momento, pero sobre todo es una historia que nos narra con ternura la estrecha relación de complicidad que se establece entre una abuela que volcará los últimos momentos de su vida en dejar el mejor legado que puede ofrecer a su nieta, mediante la enseñanza de cómo convertirse en una persona funcional, autónoma, con una fuerte autoestima y una gran ética, mediante un juego de brujas en el que la abuela ejerce de tutora de la joven aprendiz, Mai. El entrenamiento que Mai recibe de su abuela no se centrará en aprender hechizos, elaborar pociones o dominar una magia de fantasía y épica, sino en un aprendizaje mucho más útil para la vida, un entrenamiento reflexivo, meditativo, enfocado a convertir a Mai en una mujer resiliente y autónoma, aunque ello no esté reñido con dotar a toda la experiencia de un aura de magia y fantasía que convierte el relato en un trasunto de historia de realismo mágico con toques japoneses que dota a la historia de una belleza y ternura conmovedora.

Tras acabar la historia principal podemos disfrutar de un breve epílogo en el que Mai evoca el recuerdo de aquel verano que vivió con su abuela inglesa, en el que notaremos cómo el tono de la novela se vuelve más serio y sombrío, dado que Mai hace tiempo que abandonó su adolescencia temprana, aunque rememora con cariño los recuerdos que vivió con su abuela y recuerda con nostalgia, desde la distancia que el tiempo nos ofrece, aquel verano que pasó junto a su abuela y cómo la muerte de la misma, pese a sumirla en la tristeza y el desconcierto del duelo, le han enseñado que ésta forma parte del ciclo de la vida que Mai aprendió a comprender a través de las enseñanzas de su abuela sobre la naturaleza.

“La bruja del oeste ha muerto” nos transmite un profundo mensaje sobre el respeto a la naturaleza, la importancia de la libertad y la valentía de ser diferentes. A través de una prosa llena de poesía y sensibilidad que conmueve el corazón del lector, Nashiki nos invita a reflexionar sobre temas universales como el necesario aprendizaje que todos debemos hacer para afrontar la muerte de un ser querido, el valor esencial que tiene para el desarrollo de una vida plena el amor y la amistad o la importancia de la familia para desarrollarnos como individuos plenos, temas que Nashiki explora con acierto en esta novela.

Nashiki nos propone una historia para jóvenes adolescentes que aborda temas complejos y difíciles, pero que su autora sabe plantear con mimo y tacto, ofreciéndonos un final esperanzador que desdramatiza el concepto que en Occidente solemos presentar hacia la muerte. Al finalizar la misma habremos acompañado a Mai, su protagonista, por un viaje de aprendizaje que consolidará su capacidad para adquirir la fuerza y la voluntad con la que debemos contar para madurar, un legado de sabiduría que su abuela supo legarle en sus últimos momentos de vida.

“La bruja del oeste ha muerto” es una novela profunda, humanista y hermosa que nos invita a reflexionar sobre la vida, la muerte y la importancia que los lazos familiares tienen para ayudarnos a desarrollar una vida plena. Una historia orientada a un público eminentemente joven, pero que los adultos también sabrán disfrutar si se dejan conmover por la historia de Mai y su abuela.

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